La nacionalización de la política local en Chile (1973-2012)

  1. Navarrete Yáñez, Bernardo
Dirigida por:
  1. María Esther del Campo García Director/a
  2. Ernesto Carrillo Barroso Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 25 de septiembre de 2015

Tribunal:
  1. José Manuel Ruano de la Fuente Presidente/a
  2. Leticia M. Ruiz Rodríguez Secretario/a
  3. Antonio Natera Peral Vocal
  4. Eliseo López Sánchez Vocal
  5. Manuel Tamayo Sáez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Chile es considerado por la literatura comparada como uno de los Estados más centralizados, con el sistema de partidos más institucionalizados y nacionalizados de la región. Sobre esto último, se tiene escaso conocimiento. Frente a esta realidad y para efectos de entender el por qué y el cómo, se utilizaron cuatro teorías que dieran validez a las reflexiones y resultados, asumiendo de antemano que la precisión y certeza de éstas normalmente no se logra: las Elecciones de Segundo Orden; las Elecciones Intermedias o de Medio Término; la Nacionalización de la Política Electoral y la Nacionalización de la Política Local. Todas eran teorías cercanas a la realidad y permitían ser contrastadas con los datos empíricos. Sintéticamente, las elecciones de Segundo Orden se estructuran en seis dimensiones que ordenan sus hipótesis: ¿menor riesgo¿; las circunstancias del terreno de enfrentamiento específico; el procedimiento electoral; la campaña electoral; el cambio político; y el cambio social y cultural. Las Elecciones de Medio Término, al igual que la teoría anterior, tienen consecuencias políticas reales. Una pobre representación gubernamental en ellas puede erosionar su credibilidad, promocionar la desunión en su liderazgo, y debilitar moralmente y en términos de confiabilidad al partido gobernante, lo suficiente como para afectar el cronometraje de las elecciones. Desde un enfoque no electoral, pero complementario a las dos teorías expuestas, la Nacionalización de la Política Electoral analiza la conformación de agendas nacionales por sobre las locales, con lo cual el espacio mediático sería ocupado por los temas nacionales en desmedro de los temas locales. Paralelamente, al buscar medir la nacionalización, se asume que un electorado nacionalizado presenta una configuración con bajas diferencias entre los apoyos partidarios por distrito. El último modelo, la Nacionalización de la Política Local, permite comprender la amplitud y limitaciones en aquellos componentes que comparte con las elecciones de segundo orden, las elecciones intermedias y la nacionalización de la política electoral. Esta teoría, en su génesis, se estructuró en base a tres componentes: independientes vs partidos políticos, que alude al predominio que gradualmente van adquiriendo en las elecciones locales las grandes plataformas electorales, frente a las candidaturas independientes y a los partidos políticos sin representación en el Congreso. Seguidamente considera la dimensión elección local vs elección nacional, que es la tendencia en los resultados locales y su reflejo del apoyo que disfrutan los partidos políticos a nivel nacional, en lugar de expresar los apoyos de los líderes y los partidos en el ámbito local. Finalmente, se analiza la relación entre la arena política local vs arena política nacional, haciendo mención al proceso a través del cual las arenas políticas locales se encuentren crecientemente subordinadas a una única arena política nacional. Estas tres dimensiones subsanan el hecho de que el grueso de la literatura le asigna mayor importancia a la nacionalización que se produce en el ámbito electoral descuidando, con ello, la importancia de las elites y las relaciones entre la arena nacional y local. Al contrastar los distintos modelos teóricos y metodológicos disponibles sobre nacionalización, se observa que todos tienen capacidad explicativa en una o varias de sus hipótesis. No obstante, el modelo de nacionalización de la política local es más robusto para explicar el caso de Chile. Probablemente, este modelo reproduzca de manera más genuina lo que sucede en los estados unitarios. Dado que son los partidos nacionales los que generan la agenda local, no resulta extraño que los partidos tradicionales no sólo sobrevivan en el Congreso, sino que también a nivel municipal. La racionalidad indica que es mucho más eficiente hacerlo dentro de las reglas del juego y, especialmente, dentro de los pactos más grandes