Valoración de las demandas de aceleración en fútbol en función a la velocidad inicial, velocidad final y potencia metabólica

  1. MARTINEZ CABRERA, FRANCISCO IGNACIO
Zuzendaria:
  1. Francisco Javier Núñez Sánchez Zuzendaria
  2. Moisés de Hoyo Lora Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Pablo de Olavide

Fecha de defensa: 2019(e)ko ekaina-(a)k 04

Epaimahaia:
  1. Javier Sánchez Sánchez Presidentea
  2. Elena Hernández Hernández Idazkaria
  3. Christopher Carling Kidea
Saila:
  1. Deporte e Informática

Mota: Tesia

Teseo: 560133 DIALNET lock_openRIO editor

Laburpena

Introducción: varios estudios previos han analizado las exigencias de carrera en fútbol empleando un método basado en los metros recorridos a diferentes velocidades absolutas de carrera. No obstante, es posible que determinadas acciones realizadas con una alta frecuencia en el juego, tales como aceleraciones, desaceleraciones, giros, saltos, etc., no alcancen una elevada velocidad de desplazamiento, siendo, por tanto, consideradas como actividades a baja intensidad cuando realmente son a alta o máxima. Además, esta forma de categorizar la intensidad de las acciones no considera la capacidad individual de cada sujeto, lo cual puede llevar a una malinterpretación de los resultados, puesto que una misma velocidad puede representar magnitudes de esfuerzo diferentes según el deportista. En los últimos años han surgido algunas propuestas para solventar esta problemática como la potencia metabólica (PM) o los umbrales de aceleración individualizados a la capacidad máxima de acelerar de cada sujeto y/o en función a la velocidad previa al inicio de dicha aceleración. Propuestas: los objetivos de nuestras investigaciones fueron: 1) comparar las diferencias en las demandas asociadas al uso de la PM y el método tradicional usando la velocidad de carrera durante partidos de fútbol en términos absolutos; 2) comparar ambos métodos a diferentes intensidades según las posiciones de juego; 3) analizar el número de aceleraciones, porcentaje de la aceleración máxima y la distancia recorrida acelerando atendiendo a las diferentes posiciones de juego, clasificándolos según un umbral individual para cada jugador basado en la máxima capacidad de acelerar y usando la tecnología de sistemas de positionamiento global (GPS); 4) analizar las características de los esfuerzos que requieren las aceleraciones usando un umbral relativo individualizado y diferenciando por posiciones de juego durante partidos oficiales en jugadores jóvenes de élite y 5) comparar las diferencias entre el uso de umbrales absolutos y relativos para evaluar las acciones de aceleración a alta intensidad. Métodos: En el desarrollo de los diferentes estudios fueron monitorizados y analizados futbolistas profesionales (edad = 26.3 ± 3.9 años; altura = 180.0 ± 4.9 cm; peso = 77 ± 5.5 kg) durante 18 partidos amistosos (estudio 1), jugadores de fútbol semiprofesionales (edad = 26.6 ± 4.1 años; altura = 178.5 ± 5.8 cm; peso = 74.4 ± 5.6 kg) durante 4 partidos amistosos (estudio 2) y jóvenes futbolistas (edad = 17.3 ± 3.9 años; altura = 175.6 ± 5.8 cm; peso = 72.4 ± 5.2 kg) a lo largo de 18 partidos oficiales (estudio 3) con dispositivos GPS. Entre las variables utilizadas para valorar las demandas de movimiento de los jugadores se utilizaron: 1) distancia recorrida a diferentes intensidades de PM y velocidad de carrera; 2) número, distancia y porcentaje de la aceleración máxima (en acciones >50% de la aceleración máxima) en función a umbrales individualizados a la capacidad máxima de acelerar (obtenida previamente con un test de velocidad máxima de 40 m), clasificando las acciones según la velocidad inicial y final alcanzada durante la aceleración (aceleración iniciada entre 0 y 13 km·h-1 y sin llegar a superar los 18 km·h-1; aceleración iniciada entre 0 y 13 km·h-1 y superando una velocidad final de 18 km·h-1; aceleración que inicia por encima de los 13 km·h-1 y supera los 18 km·h-1; aceleración que comienza a una velocidad mayor de 18 km·h-1); y número de aceleraciones a alta intensidad (en acciones >75% de la aceleración máxima) en función a la velocidad previa a la aceleración, empleando tanto umbrales absolutos (>3 m·s-2) como umbrales individuales relativizados a la capacidad de cada sujeto de acelerar al máximo a diferentes velocidades iniciales (0-7 km·h-1; 7.1-14 km·h-1; y ≥14.1 km·h-1). Los sujetos fueron divididos según sus posiciones de juego. Porteros y jugadores lesionados o en proceso de readaptación fueron excluidos del análisis. Resultados: en el estudio 1, en valores absolutos de PM, los centrocampistas (CM) y centrocampistas laterales (CL) consiguieron valores substancialmente superiores con respecto al resto de posiciones (de probable a casi con certeza), siendo los CM los que registraron las marcas más altas en ambos métodos de evaluación (PM y velocidad de carrera) (de probable a casi con certeza) y teniendo una idéntica relación entre las posiciones de juego usando ambos modelos de análisis. Atendiendo a las categorías de intensidad, a media-baja intensidad (8-13 km·h-1 y 5-10 W·kg-1) aparecieron diferencias entre ambas formas de evaluación. La demanda física para los delanteros (DEL) y defensas centrales (DC) fueron más bajas que el resto de demarcaciones (casi con certeza) usando el método tradicional (a través de la velocidad de carrera). Sin embargo, fueron más altas que las otras posiciones cuando se evaluaron usando la PM (probable). No se encontraron diferencias a baja, media o altas intensidades. En el estudio 2, considerando las aceleraciones >50% de la aceleración máxima que se inician desde 0 a 13 km·h-1 y sin llegar a 18 km·h-1 de velocidad final, los DL realizaron un mayor número en comparación con las otras demarcaciones de juego (de probable a muy probable) logrando una intensidad ~95% de su aceleración máxima y siendo este valor superior al resto de demarcaciones (de muy probable a casi con certeza). En las aceleraciones que comienzan desde 0 hasta 13 km·h-1 y sí logran superar los 18 km·h-1, los DL y CL realizaron un mayor número de aceleraciones que los DC y los DEL (de probable a muy probable), consiguiendo los CM una intensidad relativa superior substancialmente al resto de compañeros y representando ~95% de su máxima aceleración (de probable a casi con certeza). Cuando la velocidad previa se inició entre los 13 y 18 km·h-1, los CM realizaron una cantidad superior de aceleraciones que el resto de grupos (probable), mientras que los DEL lograron una intensidad ~78% de su máxima aceleración, siendo ésta superior al resto de grupos (de probable a muy probable). Únicamente se encontró una aceleración con una velocidad previa superior a 18 km·h-1 en los defensas laterales (DL) y DEL. En el estudio 3, el análisis de los diferentes grupos mostró como el número de aceleraciones a alta intensidad (>75% de la aceleración máxima) fue superior cuando los esfuerzos comenzaron desde parado o andando que a moderada o alta intensidad de carrera (de muy probable a casi con certeza). El análisis entre las diferentes posiciones de juego reveló diferencias substanciales entre las demarcaciones en función a la velocidad inicial. Cuando la velocidad inicial fue de 0-7 km·h-1 y ≥14.1 km·h-1, los DC tuvieron los valores más bajos en el número de aceleraciones (de probable a casi con certeza), mientras que los CM fueron los que realizaron el mayor número de acciones acelerando a alta intensidad cuando la velocidad inicial fue <14.0 km·h-1 (probable). Al mismo tiempo, se encontraron también diferencias substanciales entre otras posiciones de juego (de probable a casi con certeza). Cuando la velocidad inicial fue entre 0 y 7 km·h-1, los CM, los CL, los DL y los DEL realizaron un número superior de aceleraciones a los DC (de probable a casi con certeza), observándose igualmente valores superiores de los MC con respecto a los CL, DL y DEL (de probable a muy probable). Por otro lado, cuando la aceleración se inició a una velocidad previa entre 7 y 14 km·h-1, los MC tuvieron valores superiores a los DEL, DL, DC y CL (de probable a casi con certeza), mientras que los DEL y los DL realizaron más aceleraciones de estas características que los DC (de probable a casi con certeza) y los DC que los CL (muy probable). En cuanto a las aceleraciones iniciadas a una velocidad ≥14 km·h-1, los MC obtuvieron diferencias substanciales con los CL y DC (de probable a muy probable), observándose unos resultados inciertos para el resto de demarcaciones. Con respecto a los umbrales absolutos y relativos, los datos indicaron que el umbral absoluto sobreestimó el número de aceleraciones a alta intensidad comparado con el umbral relativo individualizado cuando la acción comenzó desde parado o a baja velocidad inicial de (0-7 km·h-1) (casi con certeza) y subestimó los resultados cuando ésta fue ≥7.1 km·h-1 (casi con certeza). Conclusiones: la PM mostró diferencias a media-baja intensidad comparados con el enfoque tradicional de análisis a través de la velocidad de carrera entre las posiciones de juego. Sin embargo, no se encontraron diferencias en el resto de intensidades entre ambos métodos en las distintas demarcaciones. El empleo de un umbral relativo individualizado para medir las demandas de aceleración mostró que las diferencias entre el número de aceleraciones son resultado de la velocidad inicial y las posiciones de juego. Además, los umbrales de aceleración absolutos podrían sobreestimar o subestimar las demandas de aceleración en jóvenes jugadores de fútbol atendiendo a la velocidad inicial previa a la aceleración. El uso de umbrales individualizados podría ser de gran utilidad para evaluar de forma más precisa el rendimiento de las aceleraciones de los jugadores, permitiéndoles con ello un mejor control de su prestación, lo cual es de gran utilidad para el diseño de programas encaminados a la mejora de esta habilidad en competición, así como para prevenir y reducir el riesgo de lesión.