Espacios étnicos, capital cauchero y fronteras nacionalesAmazonía

  1. Paredes Pando, Oscar
Dirigida por:
  1. Juan Marchena Fernández Director

Universidad de defensa: Universidad Pablo de Olavide

Fecha de defensa: 15 de junio de 2011

Tribunal:
  1. José María Miura Andrades Presidente
  2. Juan Manuel Santana Pérez Secretario/a
  3. Rafael Francisco Moya Pons Vocal
  4. Santiago Uceda Castillo Vocal
  5. José Januario Amaral Vocal
Departamento:
  1. Geografía, Historia y Filosofía

Tipo: Tesis

Teseo: 311661 DIALNET

Resumen

Bolivia, Brasil y Perú, comparten los territorios del Alto Acre-Madre de Dios, región fronteriza, ubicada al oriente de los Andes, occidente de la Alta Amazonía y al sur ecuatorial; asimismo, comprende diversas zonas de vida natural, desde bosques de neblinas o pie de monte hasta la llanura tropical. Su ocupación humana, data aproximadamente del año 1.200 a. C. habitada históricamente por poblaciones étnicas vinculadas a las familias lingüísticas Arawak, Harakmbet, Pano y Tacana. Aquellas regiones comprendidas entre los Antis, también interesaron a los inkas, quienes llevaron a cabo diversas exploraciones para ampliar sus dominios, pero sobre todo para abastecerse de productos de origen tropical, caso de la hoja de coca (Erythoxylum coca). Las expediciones tawantinsuyanas con relativo suceso, quedaron truncas debido a la presencia española, quienes a su vez, desde el s. XVI, motivados por más riqueza aurífera y ciudades míticas, optaron por las "entradas"; posteriormente, la tarea exploratoria correspondió a los misioneros, ambos, no dejaron de estar acompañados del imaginario europeo, referente al antimundo y las tierras ignotas. La poca riqueza encontrada, hizo que por aproximadamente tres siglos sea abandonada gran parte de la Amazonía, así, la administración virreynal dejó de explorar la región del Acre. Mientras tanto, los portugueses desde las Capitanías y con los bandeirantes, lograron significativos avances hacia en interior de los bosques, fijando a la vez sus posesiones territoriales que posteriormente fueron la base para la definición fronteriza. Así, la Amazonía fue inventada, luego con el nacimiento de las Repúblicas procedieron por su nacionalización. La revolución industrial particularmente automotriz, al demandar de ciertos recursos, caso de las gomas elásticas, motivó diversas exploraciones en las regiones tropicales, para el efecto, se crearon diversos mecanismos, caso del avio, endeude o enganchados, todo un sistema desmonetarizado. De esta manera, los bosques amazónicos atendieron los requerimientos de caucho (Castilloa elástica) y shiringa (Hevea brasiliensis) de Europa Occidental y Norte América. Indios y no-indios fueron la mano de obra del extractivismo mercatil, los primeros a través de las correrías, los segundos fueron inmigrantes. Dentro de aquel proceso, la colocaçao o la barraca cauchero-shiringuera, fueron la base en la formación de diversos pueblos, casos de Assis-Brasil e lñapari-Perú, asentadas en la línea de frontera del Alto Acre. Estas comunidades humanas, de periferias por milagro de la geopolítica asumen roles de centros geoestratégicos, donde el Estado bajo una visión totalizante y homogeneizadora, persiste en diferenciarlos, cuidando las "influencias", así, olvida que aquellos pueblos nacieron juntos y que el hombre de la frontera expresa el continum histórico-cultural que trasciende límites, inclusive, con un estilo de habla, que viene a ser el portuñol. De esta manera, las poblaciones étnicas e inmigrantes de Brasil (nordestinos, paulistas, gauchos, cariocas), Perú (charapas y serranos), y Bolivia (chapacos), modelan desde hace un siglo una realidad transfronteriza, considerado espacio social sentido y deseado. Así, el Alto Acre-Madre de Dios, además de exhibir las grietas del Estado-nación, representa un espacio histórico y un tiempo localizado.