Fronteras culturalesla construcción de los límites culturales en el Valle de los Pedroches.

  1. Hernández León, Elodia
Dirigida por:
  1. Juan Agudo Torrico Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 22 de abril de 2005

Tribunal:
  1. Gabriel Cano García Presidente/a
  2. José Mª Valcuende del Río Secretario
  3. Ubaldo Martínez Veiga Vocal
  4. Isidoro Moreno Navarro Vocal
  5. Fernando Wulff Alonso Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 126129 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Los límites son objeto de estudio recurrente en el desarrollo de la teoría antropológica. Diferentes trabajos abordan los límites culturales en una multiplicidad de acepciones: límites en el tiempo , límites espaciales, límites étnicos... Unos y otros han tenido un papel principal entre antropólogos y antropologías abordados a partir de una gran diversidad de enfoques En nuestra investigación hemos acotado el objeto de estudio desde la amplitud que sugiere el término de límite para los antropólogos a su concreción en los límites políticos y por ello dimos preferencia al término de frontera, porque su acepción más frecuente es la política. Los estudios de fronteras estatales han copado también un lugar destacado entre los científicos sociales. Y, más en concreto, se han desarrollado investigaciones desde la Antropología, que nos llaman la atención sobre la significación que en la construcción del estado-nación tiene el recurso a la homogeneización cultural como forma de legitimación. Teniendo relación con estos estudios, el trabajo que ahora introducimos tiene una diferencia principal: no se trata de fronteras entre estados sino de las �fronteras� intraestatales, creadas a partir de las delimitaciones que el Estado construye para la organización del territorio y, por tanto, para el ejercicio de su soberanía. Las �fronteras políticas� interiores no han sido objeto de una especial dedicación a pesar de que la nueva coyuntura las convierte en laboratorios privilegiados. De la misma forma que la integración en la Unión Europea y, la anunciada apertura de las fronteras nacionales entre sus estados miembros, potenció la mirada antropológica sobre éstas, las dinámicas actuales de avances en el proceso de globalización y sus efectos de reacción local que vuelven, esta vez desde el interior, a cuestionar la unidad de los viejos estados nacionales, multiplican sus interés como objeto de estudio. En el caso del Estado español, en el que la homogeneización cultural nunca tuvo los efectos esperados, el desarrollo del Estado de las Autonomías nos ofrece la posibilidad de analizar el proceso de construcción y redefinición de los límites políticos y del consiguiente proceso de integración territorial. Y el valle de los Pedroches es un lugar idóneo como estudio de caso. Las diecisiete poblaciones, situadas en el �pico� del mapa andaluz que cada vez tenemos más interiorizado en nuestras mentes, añaden a su condición de límite provincial y regional y de encrucijada entre tres provincias (Ciudad Real, Badajoz y Córdoba) y tres Comunidades Autonómicas, una peculiaridad: su identificación como una comarca, el Valle de los Pedroches, que no es un valle, y que limita con otros valles no andaluces (La Alcudia y La Serena). Nuestra metodología aborda la relación imprescindible entre el caso particular y los acontecimientos globales, aproximándose a los fenómenos sociales desde el reconocimiento de la interacción entre las dinámicas de globalización y localización. Una y otra, antes que dos extremos estáticos y paralelos, son dinámicas �...opuestas, pero complementarias, y su desarrollo y consecuencias están en la base de todos los fenómenos y paradojas contemporáneos�, siendo además el resultado de un mismo proceso: el proceso de mundialización (Moreno, I. 2000: 124). Y esta indicación no es una simple etiqueta apriorística sino que es un posicionamiento metodológico tan presente como necesario para la interpretación de la realidad observada. Si no fuera así, no hubiéramos tenido en cuenta, o al menos no de la misma forma, los fenómenos socioeconómicos del sector lechero o las acciones de protestas contra la instalación de un cementerio de residuos nucleares en la zona, situaciones ambas que, como veremos, son ejemplos claros tanto de la adaptación e instrumentalización de lo global en lo local como de la inserción de lo local en lo global. Con independencia de estos casos concretos, el reconocimiento de la interacción globalización y localización es necesaria en una investigación que, como la nuestra, aborda la cuestión de los límites político-administrativos, concibiéndolos no como realidades inmutables, sino en constante redefinición de acuerdo al marco general y particular en el que se definen y construyen. Como adelantáramos más arriba, estamos asistiendo, y así lo reconocen los trabajos que abordan las fronteras del Estado español, a un doble proceso que se basa en la cesión, y por tanto pérdida, de soberanía por parte del estado-nación. Por un lado, éste cede competencias a instancias supranacionales que por definición se amplían a partir de la delegación de sus socios. Por otro, se ve presionado en el interior del territorio estatal, en el que se cuestiona la concentración de poder central. Nos encontramos entonces con tres niveles (supraestatal, estatal y subestatal) resultantes de ese proceso de vaciamiento del protagonismo de los estados (Moreno Navarro, I. 1999;120). Se materializa esta dinámica, en nuestro contexto, en los avances de la Unión Europea y en el Estado de las Autonomías y en las consiguientes reestructuraciones de soberanías y competencias que tendrán su incidencia sobre los viejos límites y sus bases de legitimación. En este orden de cosas, los límites estatales, inter e intra, transforman su significación y su interpretación a cargo tanto de los centros de poder como de las periferias liminales. Pensemos, por ejemplo, en las incidencias que en una comarca, en la que despunta la ganadería bovina, van a tener las nuevas disposiciones europeas en torno a la producción lechera o la obligación de establecer alianzas supramunicipales para el acceso a los fondos europeos de desarrollo regional. Si obviáramos el marco de la doble dinámica global y local cercenaríamos el análisis, produciendo un resultado que desprecia fenómenos claramente observables en el terreno y que ratifica a estas localidades enfrentándose a las distintas cuestiones como productos endógenos, no de la interacción de ambos aspectos, a la manera de algunos autores de la crónica local, que ven en la situación aislada del área la justificación clara de la idiosincracia de sus pueblos. Consideramos la actualidad como continuadora de las dinámicas emprendidas con la modernidad, es decir, como una fase, nueva y especifica, del proceso de mundialización y no, como se defiende en determinados discursos triunfalistas, como un nuevo orden de innovación y de ruptura con respecto al pasado. Y por ello, en tanto nueva fase, sus efectos e interacciones no pueden despreciarse en el estudio diacrónico de la implantación de un modelo de administración territorial en un área periférica, modelo que está sujeto a las redefiniciones de las soberanía estatal y a la constitución de una Comunidad Autónoma que recurre a referentes étnicos para su legitimación. Frente al pronóstico superfluo de un mundo unificado y homogéneo como destino irreversible de la globalización económica, las identidades étnicas, y el cuestionamiento de la soberanía de los viejos estados-naciones se constituyen en fenómenos de la localización que lejos de desarrollarse paralelamente a la globalización, son partes esenciales de ésta. No obstante ni el nacionalismo ni el denominado regionalismo, en tanto discursos y acciones sociopolíticas, son recientes en el mundo, ni por supuesto en el Estado español, como tampoco lo son las reflexiones y aportaciones científicas en el uso y delimitación del concepto identidad como categoría de análisis. De hecho, justo al contrario, no sólo la cuestión nacional sino, el propio debate sobre el alcance y utilidad del concepto identidad, en este caso étnica, ha ocupado y copado numerosos ámbitos y espacios en las ciencias sociales.