¿paisajes mediterráneos en la tradición homérica? (estereotipos paisajísticos para la educación en la antigua hélade)

  1. DÍAZ LÓPEZ, VÍCTOR
Dirigida por:
  1. J. F. Ojeda-Rivera Director

Universidad de defensa: Universidad Pablo de Olavide

Fecha de defensa: 10 de noviembre de 2021

Tribunal:
  1. Josefina Cruz Villalón Presidente/a
  2. Pascual Riesco Chueca Secretario/a
  3. Juan Manuel Cortés Copete Vocal
Departamento:
  1. Geografía, Historia y Filosofía

Tipo: Tesis

Teseo: 673415 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Palabras clave: Objetivación, homérico, recurso, paisaje y cultura. La presente tesis pretende aproximarse a un tema tan complejo como el de buscar las trazas de paisaje en la tradición homérica. A tal efecto y para realizar este acercamiento, y facilitar el análisis del paisaje en el desarrollo temporal propio de la narración literaria homérica, nos aproximamos a ciencias tan heterogéneas como la pintura o la geografía, en las que el paisaje encaja con meridiana claridad, pero también a la filología, psicología, cine o teatro, consideradas a priori como disciplinas ajenas a la materia de estudio. Con un método híbrido -propio tanto del paisaje como de las humanidades- consideramos que se ha conseguido el objetivo fundamental de esta investigación: la identificación de paisajes estereotípicos o la utilización de la naturaleza o el medio cultural mediterráneo como expresión paisajística en textos de la antigua Grecia pertenecientes Homero y a la denominada tradición homérica y situados en los inicios de la Cultura Occidental. Hemos ido descubriendo que, en el leguaje de la antigua Grecia, ni siquiera existía una palabra que expresara contundentemente lo que hoy conocemos como naturaleza e incluso –conociendo que grandes autores han afirmado que el pensamiento del pueblo heleno era ajeno a planteamientos paisajísticos- nos hemos atrevido al análisis de un buen número de aquellos textos y hemos terminado asumiendo que la naturaleza y el paisaje mediterráneo, tanto físicos como culturales, se constituyen en poderosas herramientas narrativas de aquellos primeros poetas, logógrafos, historiadores, filósofos y científicos, que conformaron la tradición homérica, que había iniciado el Poeta y cuyo objetivo fundamental era la educación moralizadora e identificadora con unos paisajes. Abordamos la lectura y análisis de los textos griegos en el tiempo presente, después de más de dos mil quinientos años desde que fuesen escritos, en una civilización heredera, como es la nuestra, pero muy distante por el propio proceso evolutivo de la especie. Si olvidamos los avances sociales, culturales o tecnológicos y pensamos únicamente en las palabras, observando cómo han ido incorporándose a nuestro vocabulario -sucesivamente pero en tiempos muy largos- términos como naturaleza, geografía, paisaje y ecología, teatro, contemplación, mirada y emoción ¿Qué intenciones tenía y tiene la incorporación de la naturaleza en el hecho narrativo?, ¿son construcciones de paisajes? No tenían ni la palabra ni el género, pero cuando leemos esos poemas que nos invitan a contemplar, a mirar esos territorios que reconocemos como nuestros, como mediterráneos, sin saber dónde están, los sentimos nuestros, cercanos ¿no empieza, precisamente, en esa emoción el paisaje propiamente dicho? En la primera parte, se analiza la obra de Homero, identificando la selección que él mismo efectúa de espacios naturales o culturales estereotípicos del Mediterráneo para conseguir expresar sus ideas, transmitir un mensaje de una determinada manera y con un específico objetivo: crear arquetipos geográficos mediterráneos. Respondiendo a su papel de aedo-educador, utiliza los arquetipos de la naturaleza, de la geografía, de la polis, del paisaje mediterráneo como programa docente y unificador de los pueblos dispersos de la Hélade. La objetivación realizada con los propios depósitos de memoria irá fundamentando la creación y germen de Occidente. En la segunda parte, en las obras analizadas hasta llegar a Apolonio (295–215aC), la objetivación nos ha ido acercando con mayor evidencia a la pintura. Quizás en textos anteriores como los de Mimnermo o Safo y, evidentemente en las Argonáuticas, nos acercaríamos a la «intención de provocar experiencias individuales de inmersión sensorial en paisajes concretos y significativos». Porque «el objetivo principal de una lectura experta de paisajes no puede ser otro que el de ofrecer unas claves espaciales, territoriales y perceptivas del ámbito en que se encuentran. La intención (de tal lectura) es la de provocar experiencias individuales de inmersión sensorial en paisajes concretos y significativos de tal ámbito para conducir —mediante unos relatos transmisibles— a unas interpretaciones in situ y a unas posibles artealizaciones de visu que subrayen los vínculos afectivos y los compromisos éticos de la sociedad con sus/los paisajes» . Sin olvidar nuestro rico lenguaje y según el DRAE, la imaginación—en su primera acepción— es la «facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales». En la literatura, la objetivación es la base analítica de la construcción personal de una realidad ficticia que produce la imaginación en base a nuestro depósito de memoria. Se irán recogiendo los resultados de esta labor investigadora para poder concluir con las afirmaciones hipotetizadas y, recordando a Edmund Burke —quien tras considerar que «un hombre que traspasa la superficie de las cosas, por mucho que se equivoque, abre el camino a otros, […]. Como soy sensato, no he dispuesto mis temas para aguantar la prueba de una controversia mal intencionada, sino de un examen moderado e incluso indulgente,…» —, salvando las distancias, solicitaría el mismo trato. La mirada humana convierte cierto espacio en paisaje, por medio del arte una porción de tierra adquiere signo de cultura. . Citando a Guillén , el paisaje se convierte en escenario y actor, objeto y sujeto, «motor de la narración», realidad física y emocional, íntimamente ligada a esta, la caracteriza, y no puede ser de otra forma, interactuando en un todo común y complejo, donde el autor se transformará en contemplador a través de su propia objetivación. En esta literatura homérica el paisaje es recurso y actor de un todo complejo indivisible, la obra de arte literaria cuyo fin ético es la enseñanza y la moralidad del pueblo heleno.