Conductas violentas, agresividad, impulsividad y rasgos clínicos de la personalidad en hombres valorados en unidades de valoración integral de violencia de género
- Llopis Giménez, Celia
- Rosario Antequera Jurado Director
- María Dolores Franco Fernández Director
- Julio Guija Villa Director
Defence university: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 19 June 2017
- Francisco Jose Vaz Leal Chair
- Lucas Giner Secretary
- Francisco Javier Rodríguez Díaz Committee member
- Eugenio Pizarro Moreno Committee member
- Luis Rodríguez Franco Committee member
Type: Thesis
Abstract
La violencia de género o violencia contra la mujer supone en nuestro país un importante problema social que afecta a mujeres de cualquier edad, raza, etnia, cultura o situación socio-económica. A pesar de las graves consecuencias que genera y de los avances realizados, se sigue considerando en cierta medida, un problema perteneciente al ámbito privado, se minimiza y se justifica por el comportamiento de la mujer o por la posible patología psiquiátrica sufrida por un individuo. Para combatir la invisibilidad del problema y evitar que determinadas conductas violentas pasen desapercibidas o se normalicen, es fundamental tener claro entre otros aspectos, el propio concepto de violencia de género, los modelos o teorías explicativas de la misma, los factores que influyen en su aparición, así como las características sociodemográficas y de personalidad de los sujetos que ejercen dicha violencia y las posibles tipologías de agresores. Para dar respuesta a algunas de estas cuestiones, nos hemos planteado la presente investigación, cuyos objetivos se han centrado fundamentalmente en analizar las características de una muestra de hombres que han sido denunciados por ejercer violencia contra su pareja o expareja, dentro del ámbito judicial, e intentar determinar si existen diferencias entre aquellos que han ejercido violencia entendida como “conflictiva de pareja” (Grupo 1) y quienes han ejercido violencia compatible con “violencia de género” (Grupo 2). De igual manera nuestro interés se ha centrado en analizar si existen diferencias entre los hombres denunciados por violencia hacia la mujer y un grupo de sujetos que proceden de la población general y que no han tenido problemas de violencia en sus relaciones de pareja (Grupo 3). Concretamente hemos estudiado a 114 hombres denunciados y explorados en las Unidades de Valoración Integral de Violencia de Género de los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Huelva, Córdoba y Sevilla. Esta muestra ha sido dividida en un grupo de “violencia de género” (n=45) y otro de “conflictiva de pareja” (n=60). Por otra parte, contamos con una muestra de 60 hombres que no han sido denunciados por violencia contra mujer y que presentan una edad media y un nivel cultural similar a los otros dos grupos muestrales. Hemos utilizado una entrevista semiestructurada creada ad hoc para esta investigación para obtener los datos sociodemográficos, diferentes aspectos de la psicobiografía de cada sujeto y el historial de conductas de malos tratos. Asimismo se ha analizado la tendencia a la minimización de responsabilidad (mediante la escala de atribución de responsabilidades y la escala de minimización de los hechos), el consumo abusivo de alcohol (con el empleo del cuestionario CAGE), distintos rasgos de personalidad (a través de una selección de escalas de MMPI-2-RF: escalas de validez, sustantivas de segundo orden, clínicas reestructuradas y escalas revisadas de personalidad psicopatológica), agresividad (empleando el cuestionario de agresividad AQ) e impulsividad (utilizando la escala de rasgos de personalidad impulsiva BIS-11). En el caso de los sujetos del grupo de referencia se ha aplicado también la Escala Táctica para los Conflictos (Conflict Tactics Scale version 2, CTS-2). El principal resultado y conclusión de nuestra investigación va a ser la ausencia de diferencias estadísticamente significativas entre los sujetos denunciados, así como la ausencia de un perfil característico entre los hombres que ejercen violencia. Igualmente son escasas las diferencias entre quienes son clasificados como violencia de género y aquellos en los que se considera que han ejercido una situación compatible con conflictiva de pareja. Se han obtenido diferencias estadísticamente significativas en algunos de los ítems estudiados en la entrevista, entre los que destaca: la elevada tasa de desempleo de los sujetos denunciados (60%), frente al elevado porcentaje de sujetos del grupo de referencia que trabajan (75%). Es escaso el porcentaje de sujetos que admite haber ejercido violencia hacia su pareja, y que por el contrario consideran que han sufrido malos tratos y se muestran como las víctimas del proceso judicial (entre un 22 y un 33%). Resulta llamativo que es superior el porcentaje de hombres que admite que sigue un tratamiento de desintoxicación-deshabituación que el que admite consumo frecuente de alcohol o drogas. Es señalable el número de órdenes de alejamiento concedidas (36,2% en el grupo de conflictiva, frente a un 68,9% en el de violencia de género). Del estudio de los cuestionarios se comprueba igualmente similitud entre las muestras. Destaca que es el grupo de referencia el que va a presentar mayores puntuaciones, con diferencias estadísticamente significativas, en la mayoría de escalas de agresividad e impulsividad; así como en las escalas de alteraciones del comportamiento o externalizadas (BXD), activación hipomaníaca (RC9) y agresividad revisadas (AGGR-r). Es igualmente el grupo de referencia el que ha obtenido menores puntuaciones, con diferencias estadísticamente significativas, en las escalas de validez de los síntomas (FBS-r), virtudes inusuales (L-r) e ideas persecutorias (RC6). Tales resultados podrían indicar mayor sinceridad por parte de los sujetos del grupo de referencia, los cuales presentan menor deseabilidad social porque en su caso no existen motivaciones judiciales.