Datación de traumatismos craneoencefálicos mediante técnicas inmunohistoquímicas

  1. Romero Tirado, María de los Ángeles
Zuzendaria:
  1. Rosalía Gallego Gómez Zuzendaria
  2. José Manuel Blanco Pampín Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 2016(e)ko urtarrila-(a)k 18

Epaimahaia:
  1. Francisco Javier Jorge Barreiro Presidentea
  2. Tomás García-Caballero Parada Idazkaria
  3. Antonio Rico García Kidea
  4. Manuel Salguero Villadiego Kidea
  5. José Luis Cascallana Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

Los traumatismos craneoencefálicos son unas de las primeras causas de morbimortalidad, en especial en edades inferiores a los 45 años, en los países industrializados. De hecho, alrededor de la cuarta parte de las muertes de origen violento se deben a traumatismos que asientan en la cabeza. Todo lo cual tiene grandes repercusiones socio-sanitarias y económicas, y supone un reto desde el punto médico legal. En el presente estudio se emplearon distintos marcadores inmunohistoquímicos para estudiar distintas facetas de la lesión traumática en el tejido cerebral, con el fin de responder a una de las preguntas más difíciles a las que se enfrenta el Médico Forense en su práctica habitual: la data de la lesión. Se seleccionaron cerebros de individuos cuya muerte se encontraba en relación directa con el traumatismo craneoencefálico, clasificándolos en cuatro grupos según el tiempo de supervivencia. Para estudiar los cambios morfológicos del tejido se empleó el marcador de neurofilamentos; para los cambios inflamatorios la PGFA, el CD68 y la vimentina; para observar el daño axonal difuso, el precursor del β-amiloide; y para la apoptosis, los genes Bcl-2 y p53. En el caso concreto de la PGFA y el CD68 se realizó un contaje de células por campo, para realizar un diagnóstico empírico de la hiperplasia de los astrocitos y de la microglía y los macrófagos, respectivamente. Ello hizo posible también, realizar un análisis estadístico del comportamiento de los grupos de distinta supervivencia, con respecto a los controles. De este modo se observó una mayor expresión de la inflamación en la sustancia blanca que en la gris, un aumento significativo de la hiperplasia de ambas estirpes celulares en el grupo de entre dos y veinticuatro horas de supervivencia, y un pico de máxima expresión de ambos marcadores en el grupo de entre veinticuatro horas y treinta días de supervivencia. En este trabajo, demostramos que el estudio combinado de distintos marcadores, circunscribiéndose al foco de lesión en casos de traumatismos de alta energía, ofrece resultados que permiten datar traumatismos con supervivencias mínimas de media hora, y al mismo tiempo diferenciar lesiones recientes que asientan sobre otras antiguas, por lo que resulta útil en la práctica forense habitual.