Conocimientos y prácticas de riesgo en VIH-SIDAuna estrategia de Cooperación en Educación para el Desarrollo en Nicaragua

  1. Pérez Pérez, Itahisa
unter der Leitung von:
  1. Juan Agustín Morón Marchena Doktorvater

Universität der Verteidigung: Universidad Pablo de Olavide

Fecha de defensa: 11 von Juli von 2013

Gericht:
  1. Juan Carlos González Faraco Präsident/in
  2. Vicente Llorent-Bedmar Sekretär/in
  3. Antonio Luzón Trujillo Vocal
Fachbereiche:
  1. Educación y Psicología Social

Art: Dissertation

Teseo: 346209 DIALNET lock_openRIO editor

Zusammenfassung

Cuando hablamos de educación para el desarrollo nos vienen, inevitablemente, palabras claves como son el bienestar, los desequilibrios, las desigualdades sociales, ricos y pobres, diferencias, status, valores, sensibilización, justicia social, proceso y cultura, entre otros. Todos estos aspectos conforman las características fundamentales del Desarrollo y la Educación, eje central de la Tesis Doctoral que presentamos. Definir Educación para el Desarrollo (EpD) nos sumerge en un apasionante debate político-cultural-educativo, con fuerte influencia de los movimientos sociales. Si partimos de su significado como construcción conceptual, debemos señalar que nace en Europa y existe desde hace varios años. En estos años ha dado sentido a las acciones de las ONG y está indisolublemente unida a la evolución de las teorías y prácticas del desarrollo. En líneas generales, y teniendo en cuenta que en la primera parte del marco teórico vamos a abordar ampliamente el origen del desarrollo, sus teorías así como el concepto de la EpD, podemos avanzar que se entiende como ¿el proceso educativo (formal, no formal e informal) constante encaminado a promover una ciudadanía global, a través de conocimientos, actitudes y valores capaces de generar una cultura de la solidaridad comprometida en la lucha contra la pobreza y la exclusión así como con la promoción del desarrollo humano y sostenible¿ (Estrategia de Educación para el Desarrollo de la Cooperación Española, 2007: 3). Antes de adentrarnos en el estado de la cuestión, debemos tener en cuenta que para conocer nuestro contexto y saber dónde queremos llegar hay que indagar en los orígenes que nos han llevado a la situación en la que nos encontramos. En este sentido, la primera parte de este trabajo hace un recorrido por los orígenes de los desequilibrios sociales, el contexto, teorías y concepto de Desarrollo, porque nuestra investigación e intervención futura va a depender del enfoque del que partamos. También es importante clarificar qué entendemos por Estado de Bienestar, ese tan ansiado nivel de desarrollo al que pretendemos llegar y, como eje transversal, conceptualizar las desigualdades. Nuestro propósito, sin embargo, no es quedarnos en una visión teórica de los conceptos y fundamentos sino que contextualizamos nuestro objeto de estudio desde lo más general hasta llegar a lo particular, desde una visión inter y multidisciplinaria. Tras ese recorrido por los orígenes de los desequilibrios sociales plasmaremos la situación de América Latina con respecto al VIH/SIDA centrándonos en los últimos Informes de Desarrollo Humano, resaltando los datos significativos del Índice de Desarrollo Humano (IDH) en Nicaragua, contexto en el cual se desarrolla nuestro proyecto y que corresponde con el sexto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM). Desde el año 2000 diferentes organismos, entidades e instituciones vienen trabajando en el desarrollo y consecución de los ODM, donde se plantea el camino que debemos seguir para alcanzar el tan ansiado desarrollo y bienestar mundial antes de 2015. La Declaración del Milenio, del año 2000, consta de ocho grandes objetivos que representan las necesidades y derechos básicos de los individuos a nivel mundial, adoptados como marco pragmático y de acción tanto de las políticas de desarrollo de los países menos avanzados, como de las políticas de cooperación internacional para el desarrollo de países avanzados, agencias de cooperación, organizaciones no gubernamentales y organismos multilaterales. Estos objetivos son: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años, mejorar la salud materna y, por último, combatir el VIH-SIDA, paludismo y otras enfermedades. La citada declaración ha supuesto un gran avance en la sociedad mundial al convertirse en el punto de partida para la implementación de estrategias, políticas y programas de intervención, convirtiéndonos en la primera generación capaz de luchar de forma conjunta por una sociedad equitativa y en pro de los derechos humanos. Sin embargo, ya en 2013, y a tan sólo dos años de la fecha prevista para la consecución de dichos objetivos, somos conscientes del largo camino que nos queda para alcanzarlos. Centrándonos en el objetivo número 6 ¿combatir el VIH-SIDA, paludismo y otras enfermedades¿, y más concretamente en el VIH-SIDA, cabe destacar que, según El Informe de Objetivos de Desarrollo del Milenio (2010) ¿si bien la cantidad de nuevas infecciones ya alcanzó su máximo, la cantidad de personas infectadas sigue aumentando, debido en gran parte al efecto ¿alarga-vidas¿ de la terapia antirretroviral¿. Nuestro proyecto de intervención se centra en el SIDA y VIH desde una perspectiva socioeducativa como base para la cooperación y la educación para el desarrollo (EpD). Concretamente, nos centraremos en el análisis de los conocimientos y prácticas de riesgo del VIH/SIDA en los estudiantes universitarios de la Facultad Regional Multidisciplinar de Chontales (FAREM-Chontales) de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua (UNAN-Managua), con sede en Juigalpa. En este sentido, el siguiente punto que trataremos en este proyecto es la cooperación para el desarrollo como respuesta y marco de referencia para intervenir en países en vías de desarrollo. A continuación nos centramos en una de las temáticas claves en Educación para el Desarrollo como es la educación para la salud, y más concretamente el VIH-SIDA en la juventud de Juigalpa-Chontales, para finalizar el marco teórico con las características de la población juvenil nicaragüense. Como propuesta de intervención planteamos el trabajo de la promoción y educación para la salud a través de la metodología participativa de la animación sociocultural y el trabajo comunitario para lograr un cambio de conciencia en las prácticas sexuales y vida comunitaria en general. Por otra parte, hay que resaltar que en Nicaragua es muy destacable, según fuentes del propio Gobierno del país, el gran número de jóvenes de 15 a 24 años que viven con el VIH y que adquirieron la infección a través de prácticas sexuales desprotegidas. La juventud es particularmente vulnerable a la infección por el VIH/SIDA, siendo más vulnerables por comportamiento sexual, uso de sustancias ilícitas, falta de acceso a información sobre el VIH y a los servicios de salud o, bien, por razones económicas y sociales. Educación para la prevención del VIH significa ofrecer a todos las oportunidades de aprendizaje para que adquieran y desarrollen el conocimiento, las competencias, los valores y las actitudes que limitarán la transmisión y el impacto de la pandemia, incluido el acceso a la atención y el asesoramiento psicológico, así como a la educación para el tratamiento. Como dice un conocido refrán ¿no se trata de darles los peces, sino de enseñarles a pescar¿. Nicaragua, país del istmo centroamericano ubicado, según el IDH, como uno de los más pobres de Latinoamérica, ha modificado en las últimas décadas su perfil demográfico y ha experimentado una transición epidemiológica, donde la epidemia del VIH es un contribuyente de este perfil. Desde 1987 a 2009, el comportamiento de la epidemia ha evolucionado a una epidemia concentrada, es decir, se focaliza en ciertas poblaciones, con una afectación del 9% en el grupo de hombres que tienen sexos con otros hombres (HSH) y menos del 1% en población de mujeres embarazadas . Concretamente, se considera epidemia ¿concentrada¿ cuando menos del 1% de la población general pero más del 5% de cualquier grupo de ¿alto riesgo¿ ha contraído el virus. Esta epidemia se ha mantenido en esta clasificación similar a lo reportada en el informe para UNGASS correspondiente al período 2006-2007. Al finalizar el año 2009, se registra un acumulado de 3.262 personas con VIH, 587 casos de SIDA y 842 fallecidos. Según el Gobierno de Nicaragua (2010), este país sigue teniendo una epidemia concentrada. La Viceministra de Relaciones Exteriores y Representante Permanente de Nicaragua ante las Naciones Unidas, María Rubiales de Chamorro, afirmaba en la Reunión de Alto Nivel sobre el VIH/SIDA celebrado en Nueva York en junio de 2011 que las estadísticas del año 2010 muestran que el país sigue teniendo una epidemia concentrada, que la vía de transmisión continúa siendo la sexual en un 93% y con un avance en la feminización de la epidemia. Aunque los datos a veces pueden llegar a ser confusos debido a la falta de registros oficiales y del gran subregistro que existe, según la Asociación Nicaragüense de Personas Viviendo con el VIH/SIDA (Asonvihsida), en la marcha llevada a cabo el 17 de mayo de 2013 en Managua en contra de la discriminación que sufren los portadores de VIH/SIDA en Nicaragua, se han detectado en este país 7.875 casos de VIH/SIDA de los que 7.141 son de VIH y 734 ya están en etapa de SIDA. Además, según la misma asociación, se han registrado en 2012 un total de 1.011 infectados con VIH superando en 4,22% los 970 casos confirmados en 2011 y triplicando el promedio de 350 personas infectadas de los años anteriores, desde 1987 cuando se detectó el primer caso en Nicaragua. Por otra parte el Ministerio de Salud (Minsa) hasta el 30 de noviembre de 2012 en Nicaragua se había acumulado 7.756 casos de VIH, de los cuales 852 eran de 2012 y 970 fueron confirmados en 2011. A pesar de ello hay Departamentos y municipios que comparten características socio-demográficas y económicas que están notificando un incremento de número de casos relacionados con el fenómeno migratorio, por la existencia de puestos de pasos y sitios de atractivo turístico y cultural nacional. Debido a la problemática existente en Chontales, donde se desarrolla este trabajo, y a la creciente de demanda específica del profesorado de la FAREM-Chontales de la UNAN-Managua, nos planteamos profundizar en este ámbito a través de la presente investigación. La estructura metodológica del presente trabajo parte de una fundamentación teórica, donde se abordan las coordenadas fundamentales del proyecto y los paradigmas de investigación o modelos en los cuales apoyamos y justificamos el estudio. Después nos centramos en las características de la investigación en ciencias sociales y nuestro método científico como el diseño de nuestra investigación, explicando los instrumentos de recogida de datos a utilizar, la muestra a la cual nos dirigimos, a partir del margen de error deseado. Finalizaremos el trabajo con el análisis e interpretación de los datos y las conclusiones a partir de las cuales se plantearán nuevas líneas de trabajo. La delimitación del marco teórico del estudio constituye un paso fundamental, ya que influye en el enfoque de la investigación. En este punto ha de tenerse en cuenta que los fenómenos sociales son muy complejos, por lo que la aproximación al problema debe realizarse desde el mayor número de perspectivas posibles para obtener una comprensión integral de la cuestión. Por otro lado, hemos encontrado una dificultad notable en cuanto a la búsqueda de datos sobre VIH/SIDA en Nicaragua, y en Juigalpa, debido a la escasa existencia de registros oficiales, y en los que existen hay una escasa actualización, lo que provoca confusión y complejidad debido a la disparidad de cifras según las fuentes consultadas. En cuanto al marco legislativo, consideramos que nuestro proyecto se enmarca en la cooperación al desarrollo, como una estrategia de la educación para el desarrollo en Nicaragua, ya que es la raíz de nuestra investigación, como ya hemos mencionado anteriormente. Según Djeakoumar (2001) la Educación para el desarrollo ¿debe conducir a la toma de conciencia de las desigualdades planetarias en la distribución de la riqueza y del poder. Debe permitir a cada individuo tener las claves de su propio desarrollo dentro de la sociedad en que se halla. Permite relacionar los contenidos académicos con la formación personal para que cada persona tenga la posibilidad de participar en el desarrollo de su entorno y comprender los vínculos entre la realidad global y el desarrollo local¿. Resaltando de esta definición palabras claves como ¿conciencia¿, ¿propio desarrollo¿, ¿relacionar¿, ¿participar¿, ¿comprender¿ podemos observar cómo la educación para el desarrollo supone un paso más aparte del asistencialismo; implica un proceso a medio-largo plazo de conciencia, reflexión, crítica, autonomía, que parte del análisis de las causas de dicha situación. La educación para el desarrollo, como proceso educativo, implica los cuatro pilares de la educación que define Jacques Delors : aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Consiste en tener una comprensión global del problema o situación, una comprensión social a través de la cual vamos a lograr un cambio social para, en definitiva, fomentar la formación integral del individuo. Según Llopis (1995: 136) la educación para el desarrollo ¿supone un proyecto global, político, económico, cultural y educativo, tanto a nivel de información de la opinión pública (¿) como de formación, para ayudar a que cada persona sea sujeto de su propia historia¿. Debemos poseer conocimiento pero además es imprescindible comportarse de manera cordial, favoreciendo el entendimiento, la empatía, la valoración positiva, la aceptación de las demás culturas, planteamientos, análisis y valoraciones. Como señala Dewey se aprende haciendo ¿learning by doing¿ (Kendrieck 1987; Leahy 1996). Como señala García Roca (1998: 20-21), donde se muestra explícito en el reconocimiento de la nueva e ineludible tarea que se le presenta a la enseñanza desde la realidad de la exclusión de más de media humanidad: ¿Desde esta humanidad rota, en íntima sintonía con el rumor de los que sufren o con el silencio de los que malviven, se oyen algunos mensajes a la educación que van cristalizando en experiencias y en alternativas. El compromiso con la exclusión requiere recrear el papel de la educación en varias direcciones convergentes. No cabe duda de que el futuro de los excluidos dependerá en gran medida de que se golpee, a la vez y simultáneamente, en la estructura social, mediante medidas políticas y económicas, y en los contextos vitales, mediante medidas sociales y culturales; pero ninguna de ellas tendrá éxito si no va acompañada de un cambio en el paradigma educativo, Amanece, de este modo, la centralidad de la vida para todos como objetivo del sistema educativo; la vida digna se convierte en el eje de la nueva cultura pedagógica, que puede ser alternativa a los procesos de exclusión del capitalismo salvaje¿. A partir de la preocupación por la situación de países en vías de desarrollo, como es el caso de Nicaragua, donde es necesaria y urgente una intervención socioeducativa en educación para la salud (EpS), concretamente en el ámbito del VIH-SIDA, surge en 2009 un proyecto de investigación del cual emana este trabajo. La educación para la salud es uno de nuestros temas de interés al ser una de las líneas de investigación del grupo PAI al que pertenecemos. Este grupo de investigación se denomina Grupo de Educación de la Universidad Pablo de Olavide (GEDUPO- SEJ457) al cual pertenezco desde el 22 de enero de 2010. La investigación que a continuación presentamos, tiene como fin primordial conocer los conocimientos y prácticas de riesgo de los estudiantes de la FAREM-Chontales acerca del VIH/SIDA, así como identificar las diferencias que pueden existir en cuanto al género. Esta investigación parte de una serie de objetivos: Tabla 1. Objetivos de la Investigación En relación a los conocimientos de los estudiantes de la FAREM-Chontales Identificar los conocimientos, percepciones y prácticas de riesgo de los estudiantes universitarios de la FAREM-Chontales ante el contagio y la convivencia con personas que tengan VIH/SIDA o Determinar los conocimientos de los estudiantes de la FAREM-Chontales en relación al VIH/SIDA. o Determinar la percepción de la juventud universitaria de la FAREM-Chontales en relación a personas infectadas de VIH. o Identificar las prácticas de riesgo que tiene el alumnado de la FAREM-Chontales. En relación a la diferencia de género Establecer las percepciones que tiene la población estudiantil de la FAREM-Chontales sobre el VIH/SIDA con respecto al género o Determinar los aspectos que cada género considera prioritario para prevenir el VIH/SIDA. o Determinar las prácticas de riesgo que llevan a cabo los estudiantes de la FAREM desde una perspectiva de género. o Analizar si los estudiantes tienen más estereotipos, en relación a las jóvenes, con respecto a las personas infectadas por VIH. Fuente: elaboración propia. Como profesionales de la educación debemos reflexionar y buscar nuevos planteamientos, a nivel teórico o empírico, fomentando así la capacidad de investigar sobre diagnóstico, acciones desarrolladas y su mejora. Ante un problema de investigación como éste, debemos movilizar los conocimientos y procedimientos aprendidos para ser capaces de plantear un diseño de investigación, desde una perspectiva integradora de paradigmas. Desde el punto de vista pedagógico, es importante tener en cuenta los resultados de la investigación para proponer vías de acción concretas que posibiliten a los estudiantil de la FAREM-Chontales, pero también a la población juvenil de Juigalpa-Chontales, e indirectamente al resto de la población nicaragüense, la implicación práctica para prevenir el VIH/SIDA y evitar prejuicios y estereotipos hacia las personas que viven con el virus del SIDA.