Análisis de las diferencias psicosociales entre agresores españoles e inmigrantes latinoamericanos en un programa de intervención con maltratadores

  1. Vargas Salinas, Viviana
Dirigida por:
  1. Marisol Lila Director/a
  2. Enrique Gracia Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 14 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Gonzalo Musitu Ochoa Presidente
  2. Raquel Conchell Diranzo Secretario/a
  3. Alba Catalá Miñana Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 502076 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Introducción La violencia contra la mujer en las relaciones de pareja actualmente es considerada como un problema de salud pública (European Union Agency for Fundamental Rights, 2014; Organización Mundial de la Salud, 2013). En España, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2015), un 12.5% de las mujeres mayores de 16 años han sufrido alguna vez en su vida violencia física y/o sexual por parte de sus parejas o exparejas. Las cifras oficiales muestran que del total de las denuncias y víctimas mortales, al menos un tercio son mujeres inmigrantes (Instituto para la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, 2015a) y alrededor del 25% de los condenados por un delito de violencia de género son extranjeros (Carbajosa, Lila, Negredo y Pérez, 2011; Instituto para la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, 2015b). En España a partir del año 2004 con la entrada en vigor de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, se produce un incremento importante en el número de programas de intervención para maltratadores. La Ley 1/2004 obliga a los condenados por un delito de violencia de género, a realizar un tratamiento en los casos en los que el juez decida suspender o sustituir la condena de pena de prisión. De esta manera, los juzgados derivan a programas de intervención a los hombres agresores sin antecedentes penales y con una condena menor a dos años de prisión (Fernández-Montalvo, Echauri, Martínez y Azcárate, 2011). Los programas de intervención para hombres agresores comienzan a implementarse en Estados Unidos durante los años 70. A pesar de los años de trayectoria en la aplicación de estos programas, en la actualidad la efectividad de este tipo de intervención sigue siendo un tema de debate. Los investigadores no han podido establecer de manera concluyente, si la intervención reduce el riesgo de reincidencia en los hombres que participan de ella, así como tampoco cuál es la orientación más efectiva para los programas. No obstante, la comunidad científica ha logrado proponer algunas recomendaciones con algunos aspectos que mejorarían los resultados de los programas, entre las que se cuenta la necesidad de una adaptación cultural para los hombres de minorías étnicas y raciales (Gondolf, 2004; Murphy y Ting, 2010). En este sentido, diversos autores plantean que determinados aspectos culturales podrían estar relacionados con resultados pobres en el tratamiento, altas tasas de abandono y reincidencia y baja asistencia a los programas, en concreto en relación a hombres agresores afroamericanos e inmigrantes latinoamericanos (Aldarondo, Kaufman y Jasinski, 2002; Waller, 2016). Algunos estudios analizan las diferencias entre los agresores españoles y los inmigrantes en variables relacionadas con la violencia hacia la pareja. En esta línea, se ha encontrado que los agresores inmigrantes, en comparación con los españoles, son más jóvenes, tienen más hijos, un mayor nivel de estudios y presentan más pensamientos irracionales sobre la mujer y la utilización de la violencia (Fernández-Montalvo et al., 2011). En relación a maltratadores inmigrantes latinoamericanos específicamente y, en comparación con maltratadores españoles, se ha encontrado que mantienen una percepción de la violencia contra la mujer como menos grave, culpabilizan más a la víctima, tienen una actitud de mayor aceptación de la violencia, mayor sexismo benevolente y presentan un mayor consumo de riesgo de alcohol (Catalá-Miñana, Lila y Oliver, 2013; Vargas, Lila y Catalá-Miñana, 2015). En este sentido, diversos autores destacan que el desarrollo de programas de tratamiento adaptados a sus necesidades podría mejorar los resultados de la intervención en este colectivo (Fernández-Montalvo et al., 2011; Folino, 2015). Ante la posibilidad de adaptaciones culturales de los programas de intervención, el desafío reside en determinar si efectivamente los hombres que participan en este tipo de programas se benefician de los mismos (Gondolf, 2012). En consecuencia, la adaptación cultural sería un ámbito de posibilidades para explorar y poder enfocar el interés de investigación, como una potencial línea de mejora para los programas de intervención. Lo anterior, a pesar de la falta de acuerdo sobre la posible relación entre cultura y los resultados de los programas de intervención para los colectivos minoritarios (Carbajosa y Boira, 2013; Rothman, Gupta, Pavlos, Dang y Coutinho, 2007; Vargas et al., 2015). En España, son muy escasos los estudios sobre el efecto de la cultura en los programas de intervención con maltratadores. Lo anterior, a pesar de las altas tasas de inmigración y en especial de inmigración latinoamericana, y la alta presencia de hombres agresores pertenecientes a este colectivo en los programas de intervención con maltratadores (Carbajosa et al., 2011; Fernández-Montalvo, Echauri, Martínez y Azcárate, 2012; Fernández-Montalvo, Echauri, Martínez, Azcárate y López-Goñi, 2015). En esta línea, se hace necesario como una forma de contribuir a la investigación sobre la efectividad de los programas de intervención, analizar el efecto de la cultura en un programa de intervención y determinar si hay diferencias en los resultados entre agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles. Por este motivo, a partir de la investigación realizada en esta tesis será posible determinar si es necesario adaptar el programa de intervención del que proviene la muestra, para los agresores inmigrantes latinoamericanos. Se hace relevante evaluar si los agresores españoles y los inmigrantes latinoamericanos tienen características diferentes y si en los resultados de la intervención difieren. Es interesante también averiguar cuáles son las variables en que se diferencian, para de este modo fundamentar en dónde poner el énfasis en la intervención o en la adaptación de ésta. Todo lo anterior dirigido a obtener un mejor desempeño de los programas de intervención con maltratadores, sobre todo si se tiene en cuenta la diversidad cultural cada día más creciente de la sociedad actual y el sello de país receptor de inmigrantes que tiene España. Finalmente, también sería interesante saber como funciona un programa convencional con los hombres agresores inmigrantes latinoamericanos y a partir de este conocimiento entender qué es lo que estaría funcionando y qué es lo que no con este colectivo. Todos estos antecedentes dirigen los objetivos de este trabajo. Método Muestra La muestra fue de 517 hombres, condenados con penas inferiores a dos años de prisión por un delito de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja. Derivados al Programa Contexto desde Servicios Sociales Penitenciarios, como medida alternativa a la pena de cárcel. De la muestra, 400 usuarios tienen nacionalidad española (77.4%) y 117 (22.6%) participantes han nacido en algún país latinoamericano. Procedimiento La recogida de datos fue realizada en tres momentos de acuerdo al protocolo de evaluación del programa: antes del inicio (Tiempo 1), a mitad (Tiempo 2) y al final de la intervención (Tiempo 3). En todos los momentos de evaluación los participantes contestaron a una batería de instrumentos que incluyeron los cuestionarios que fueron utilizados en esta investigación. Además de los cuestionarios de tipo autoinforme cumplimentados por los participantes, los profesionales a cargo de los grupos completaron durante el proceso de la intervención, escalas de valoración relacionadas con el avance y los resultados de cada uno de los usuarios. Análisis En este estudio se exploraron las características de los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles elaborando un perfil diferencial. Se realizaron distintos análisis de varianza según cada nivel de análisis siguiendo el modelo ecológico (factores de riesgo individuales, relacionales y contextuales). Para las variables sociodemográficas se hicieron ANOVAs para las variable continuas y Chi cuadrado (X²) para las variables categóricas. Además, fue incluido un ANOVA de un factor para la variable control deseabilidad social. Con respecto al resto de variables relacionadas con el perfil, se realizaron análisis multivariados de varianza (MANOVA) entre grupos para comprobar si existían diferencias de medias entre agresores españoles e inmigrantes latinoamericanos. Además, se probaron modelos de regresión logística binaria para analizar la relación entre la valoración de riesgo de reincidencia de violencia contra la pareja (SARA) y los factores de riesgo (individuales, relacionales y contextuales), que resultaron tener diferencias significativas en los MANOVAs. Por último, para las variables cuantitativas que fueron medidas en los tres tiempos especificados se realizaron análisis de varianzas de medidas repetidas (ANOVAs MR). A partir de este análisis se evaluaron los cambios de las variables dependientes, entre los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles y entre los distintos tiempos de la intervención. Fueron comparadas las puntuaciones obtenidas al inicio, a mitad y al final de la intervención para cada una de las variables dependientes (factores intra-sujetos) y la variable nacionalidad como factor entre-sujetos. Por otro lado, se calcularon Chi-cuadrados para las variables categóricas reincidencia, abandono de la intervención y riesgo de reincidencia. Finalmente, se calcularon ANOVAs de un factor para las variables medidas solo en el tiempo 3 (Dosis de intervención, Participación y Satisfacción con la intervención). Resultados En cuanto al perfil diferencial en el nivel individual los análisis realizados (ANOVAs, Chi cuadrados y MANOVAs) mostraron diferencias significativas entre los agresores españoles e inmigrantes latinoamericanos en las variables edad, nivel de estudios, nivel de ingresos, situación laboral, consumo perjudicial de alcohol, culpabilización de la víctima y aceptabilidad de la violencia. Los agresores inmigrantes latinoamericanos eran más jóvenes, mostraron mayores niveles de estudios, tenían menos ingresos, estaban en mayor medida empleados, presentaron más consumo perjudicial de alcohol y mayores actitudes de culpabilización de la víctima y aceptabilidad de la violencia en comparación con los agresores españoles. Por su parte, en el nivel contextual las variables que mostraron diferencias fueron integración comunitaria, apoyo social en los sistemas formales y apoyo social en los sistemas informales. Los agresores inmigrantes latinoamericanos presentaron menor integración comunitaria, y percibían mayor apoyo social desde los sistemas informales y formales que los agresores españoles. No se encontraron diferencias en ninguna de las variables evaluadas en el nivel relacional. Por último, además de los factores de riesgo se incluyeron también en estos análisis las variables referidas a las características del delito y a la actitud hacia el sistema legal, que mostraron diferencias significativas (presencia de violencia física en la sentencia y confianza hacia el sistema legal y la policía) entre los grupos de nacionalidad. Para estas variables los inmigrantes latinoamericanos tenían mayor presencia de violencia física en sus hechos probados, y mostraron mayor confianza tanto en el sistema legal como en la policía comparados con los agresores españoles. Los análisis de regresión realizados revelaron que existe una mayor probabilidad de riesgo de reincidencia si antes de comenzar el tratamiento los participantes presentan altos niveles de consumo de alcohol, desempleo, menor confianza hacia la policía y menor percepción de apoyo social en los sistemas formales. Al introducir en los análisis la pertenencia a un grupo de nacionalidad (inmigrantes latinoamericanos vs. españoles) en combinación con todas las variables (edad, estado civil, nivel de estudios, nivel de ingresos, situación laboral, deseabilidad social, consumo perjudicial de alcohol, aceptabilidad de la violencia, culpabilización de la víctima, integración comunitaria, apoyo social en los sistemas formales, apoyo social en los sistemas informales, presencia de violencia física en la sentencia y confianza hacia el sistema legal y la policía) como predictores del riesgo de reincidencia, solo las interacciones entre nacionalidad y edad por un lado y nacionalidad y culpabilización de la víctima por otro lado resultaron ser significativas. Para los agresores inmigrantes latinoamericanos se encontró que a menor edad mayor riesgo de reincidencia. En contraste, para los agresores españoles la edad no resulto ser un factor predictor de alto riesgo de reincidencia. En cuanto a la interacción entre culpabilización de la víctima y nacionalidad, no se encontró un efecto predictor significativo al realizar los análisis por separado para cada grupo. Por último, en cuanto a los análisis (ANOVAs MR y Chi cuadrados) que compararon los resultados de la intervención entre los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles. Para las variables agrupadas en la categoría indicadores de cambio y estilos de atribución de responsabilidad, los resultados mostraron que en la mayoría de los casos el efecto principal (Tiempo) fue significativo y en el sentido esperado. Excepto en una de las variables de resistencia al cambio (actitud negativista a la presión de cambio) y la variable IPVRAS Contexto personal. Al finalizar la intervención en la muestra general se observa menores puntuaciones en las variables evaluadas. Ninguno de los casos fue estadísticamente significativo para el efecto de la interacción entre las variables dependientes (factores intra-sujetos) y la nacionalidad (inter-sujeto). Es decir, las variables dependientes analizadas se diferencian en los distintos tiempos de la intervención disminuyendo sus puntuaciones al finalizar, sin embargo este cambio es independiente a la pertenencia a un grupo de nacionalidad (inmigrantes latinoamericanos vs. españoles). El Chi-cuadrado para la reincidencia no fue significativo, no se encontraron diferencias entre los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles. En relación a la categoría compromiso con la intervención, el ANOVA de un factor resulto ser significativo para las variables participación y satisfacción con el programa. Los agresores inmigrantes latinoamericanos mostraron un menor número de tareas para casa entregadas durante la intervención en comparación con los agresores españoles y una mayor satisfacción con el programa. Para la variable abandono de la intervención el Chi-cuadrado calculado no indicó diferencias significativas entre agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles. Con respecto a la valoración de los profesionales (actitud hacia la intervención, motivación al cambio y estadio de cambio) los ANOVAs MR mostraron diferencias significativas y en la dirección esperada para el efecto principal, sin embargo no para el efecto de la interacción. Tanto la actitud hacia la intervención como la motivación al cambio muestran un aumento en sus puntuaciones al finalizar la intervención. Las puntuaciones variaron entre los tiempos de intervención sin ser influenciadas por la pertenencia a un grupo de nacionalidad. Con respecto a la valoración del riesgo de reincidencia, el Chi-cuadrado indicó que no habían diferencias significativas entre los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles. Finalmente, se agregaron a los análisis de diferencias de las variables resultado, los análisis de los factores de riesgo en los que se constataron diferencias significativas en el perfil de los agresores, excepto las variables sociodemográficas y presencia de violencia física en la sentencia. El ANOVA MR para la variable consumo perjudicial de alcohol revela que no existieron diferencias en los efectos principales, es decir la puntuación no varía significativamente en los distintos tiempos de la intervención. Sin embargo, la interacción entre el Tiempo y la nacionalidad fue significativa, por lo tanto en el progreso de la intervención los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles no se comportan de la misma manera. En cuanto a la variable culpabilización de la víctima, el ANOVA MR mostró diferencias en los efectos principales. Es decir, la puntuación en culpabilización de la víctima cambio a través de los tiempos de la intervención, disminuyendo su valor al finalizar el programa. En relación a la interacción entre el efecto principal y la pertenencia a un grupo de nacionalidad (factor inter-sujeto), no se encontraron diferencias significativas, es decir las diferencias se dan entre los tiempos de la intervención independiente de la pertenencia a un grupo de nacionalidad. Para la variable aceptabilidad de la violencia, el ANOVA MR no mostró diferencias significativas en el efecto principal (Tiempo). No obstante, la interacción entre tiempo (efecto principal) y la pertenencia a un grupo de nacionalidad (factor inter-sujeto) resultó ser significativa, es decir a lo largo de la intervención las puntuaciones de ambos grupos se comportan de manera diferente. En las variables actitud hacia el sistema legal y hacia la policía no se registraron cambios a través de la intervención, así como tampoco en la interacción entre Tiempo y pertenencia a un grupo de nacionalidad. Para la variable apoyo social los resultados mostraron diferencias significativas para la dimensión integración comunitaria en el efecto principal, es decir para la muestra general la integración comunitaria presentó cambios entre el inicio y el final de la intervención, en el sentido esperado. Sin embargo, la interacción entre el grupo de pertenencia a la nacionalidad (factor intra-sujeto) y el tiempo no fue significativa, lo que quiere decir que entre el grupo de agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles no hay diferencias en las variaciones de puntuación al finalizar la intervención. En cuanto a las dimensiones apoyo social en los sistemas informales y formales, no se encontraron diferencias significativas en el efecto principal, o sea las puntuaciones entre el inicio y el final de la intervención no variaron significativamente para ninguno de los dos grupos. Tampoco se encontraron diferencias significativas en estas variables en la interacción entre la interacción entre tiempo (efecto principal) y la pertenencia a un grupo de nacionalidad (factor inter-sujeto). Conclusiones Según los resultados expuestos, la primera conclusión de este estudio son las características de los maltratadores inmigrantes latinoamericanos en España. Aquellos podrían acumular más factores de riesgo relacionados con la violencia en contraste con agresores españoles, o al menos mostrar características diferenciales. Este hecho supone plantearse si los programas de intervención con maltratadores deberían ser adaptados según las diferentes características mostradas (Carbajosa y Boira, 2013; Lila, 2013). Por otra parte, una segunda conclusión importante que se obtiene a partir de los resultados es que a pesar de las características diferenciales entre agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles, ambos grupos muestran cambios en el sentido esperado al terminar la intervención en la mayoría de las variables evaluadas. En términos de la intervención llaman la atención estos resultados, debido a que uno de los principales argumentos de la literatura científica sobre la necesidad de adaptación de los programas de intervención son los pobres resultados obtenidos por agresores inmigrantes (Aldarondo et al., 2002; Gondolf, 2004; Murphy y Ting, 2010; Saunders, 2008). No obstante, algunos estudios previos revisados coinciden en que aún teniendo en cuenta las diferencias no es necesario realizar adaptaciones culturales de los programas o de distribuir los grupos de intervención en función de la procedencia de los participantes (Gondolf, 2008; Parra-Cardona et al., 2013; Rothman et al., 2007). Probablemente sería suficiente contar con otro tipo de estrategias como profesionales y con un aparato judicial en el que están involucrados jueces, servicios sociales, terapeutas, etc. culturalmente sensibles y formados en multiculturalidad para enfrentar la heterogeneidad de los grupos en términos culturales. Por otro lado, no existe suficiente evidencia sobre la efectividad de los programas de intervención con orientación cultural en agresores inmigrantes latinoamericanos (Gondolf, 2012; Murphy y Ting, 2010). En resumen el presente estudio ha permitido conocer algunas diferencias entre los agresores inmigrantes latinoamericanos y españoles en un amplio rango de características trabajadas en los programas de intervención, como son los aspectos individuales, relacionales y contextuales, así como también las características del delito y la actitud hacia el sistema de justicia. Estos resultados adquieren relevancia debido a su relación con la violencia de pareja y sus factores de riesgo. Algunas revisiones sistemáticas han planteado que bajos niveles educativos, desempleo y bajos niveles de ingresos podrían ser variables predictoras de la violencia contra la pareja (Capaldi, Knoble, Shortt y Kim, 2012). Por otra parte, variables como el consumo de alcohol, actitudes favorables al uso de la violencia, la participación en la comunidad y el apoyo social pueden influir en el riesgo de reincidencia (Caetano, Ramisetty-Mikler, Wallisch, McGrath y Spence, 2008; Gondolf y Williams, 2001; Lila, Oliver, Catalá-Miñana, Galiana y Gracia, 2014; Lila, Oliver, Lorenzo y Catalá, 2013). Por esta razón, haber encontrado características diferenciales en estas variables entre agresores españoles e inmigrantes latinoamericanos, es un hecho a tener en consideración para valorar el riesgo y enfocar los programas de intervención con este tipo de población. Por otro lado, permitió conocer el efecto de la intervención tanto en el colectivo de agresores latinoamericano inmigrante como en los españoles encontrando resultados positivos en ambos grupos, que contribuyen a los argumentos que se posicionan en la línea acerca de que la intervención estándar sería válida para este colectivo, al menos en las variables incluidas en este estudio. Referencias Aldarondo, E., Kaufman, G. y Jasinski, J. L. (2002). A risk marker analysis of wife assault in Latino families. Violence Against Women, 8(4), 429-454. Caetano, R., Ramisetty-Mikler, S., Wallisch, L., McGrath, C. y Spence, R. (2008). Acculturation, drinking, and alcohol abuse and dependence among Hispanics in the Texas-Mexico border. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 32(2), 314-321. Capaldi, D., Knoble, N., Shortt, J. W. y Kim, H. K. (2012). A systematic review of risk factors for intimate partner violence. Partner Abuse, 3(2), 231-280. Carbajosa, P. y Boira, S. (2013). 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