Entrenamiento y desentrenamiento en el adulto mayorcambios en la función física y psíquica tras dos años de efam-uv
- Cordellat Marzal, Ana
- Cristina Blasco Lafarga Director/a
- Anabel Forte Deltell Director/a
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 20 de mayo de 2019
- José Naranjo Orellana Presidente
- Pedro Enrique Perez Secretario/a
- Joana Mesquita Cruz Barbosa de Carvalho Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La actividad física es una potente herramienta no farmacológica capaz de promover un envejecimiento de éxito. No obstante, a pesar de que los periodos de desentrenamiento son frecuentes entre los adultos mayores, no se han comprobado sus consecuencias en los tres ámbitos del movimiento en conjunto (bioenergético, neuromuscular y cognitivo) ni a corto ni a largo plazo. Además, hay estadísticos que permiten comparar efectos entre variables, periodos y otros estudios (tamaño del efecto), pero no consideran la participación efectiva en el entrenamiento. Con el objetivo de comparar los efectos del programa EFAM-UV© sobre la entrenabilidad y el desentrenamiento de las capacidades físicas y cognitivas, 47 adultos mayores sanos participaron en este programa a lo largo de uno o dos años (G1; n= 47; 69,61±5,78 a; y G2, subgrupo de G1, n=25; 69,74±5,36 a, respectivamente) con 8 meses de entrenamiento y 3 de desentrenamiento. El mes restante se evaluó de los test: 6MWT, SyL30, TUG, y STROOP (inhibición). Sin tener en cuenta los días entrenados en la intervención, la agilidad fue la capacidad más susceptible al entrenamiento al comparar Pre1 con Pre3 –en el inicio del tercer curso- [TUG: 6,96(1,5) vs 5,59(0,74) s], seguida de la aptitud cardiorrespiratoria [6MWT: 518,21(71,6) vs 558,45(80,2) m] y la fuerza [SyL30: 15,17(3,17) vs 16,55(3,81) repeticiones]. El tamaño del efecto fue moderado (G1) o grande (G2) en el 1º curso, y pequeño, en el 2º curso para el entrenamiento. La participación efectiva se consideró mediante el ratio de días entrenados (RDE, efecto del entrenamiento partido por los días entrenados) y ratio de días desentrenados (RDD, dividido por los días desentrenados), a partir de resultados estandarizados (z-RDE y z-RDD). Estos índices revelaron que la fuerza fue la que realmente mayores ganancias obtuvo en el 2º curso. Mientras que en el entrenamiento se mejoró más en el 1º curso, en el desentrenamiento y comparando los dos periodos, las mayores pérdidas se obtuvieron en el 2º, excepto para la función ejecutiva que siguió mejorando incluso sin entrenar [STROOP: 28,92(9,22) vs 36,67(11,18) aciertos]. Además, la fuerza fue la capacidad que mayores pérdidas mostró en ambos análisis, confirmando su dependencia del estímulo. Para completar el estudio, y valorar los efectos del programa en términos de independencia funcional, se realizó un análisis de frecuencias considerando 4 categorías: 1) mantiene la independencia; 2) la alcanza; 3) se aleja de ella y 4) se mantiene alejado. Observando estos cambios, la aptitud cardiorrespiratoria y la fuerza se situaron en niveles de independencia tras los dos entrenamientos, mientras que la agilidad respondió más a largo plazo. El descenso acusado de la fuerza durante el segundo periodo de desentrenamiento se hizo patente también en la categorización. Habilidades sistémicas como la fuerza y la aptitud cardiorrespiratoria parecen más sensibles al entrenamiento y desentrenamiento en estas poblaciones, requiriendo continuidad en los programas, mientras capacidades más complejas como la agilidad y la función ejecutiva se retienen mejor.