Violencia escolar entre iguales y violencia de pareja en adolescentesanálisis de sus relaciones y elaboración de un programa para su prevención conjunta

  1. CARRASCOSA IRANZO, LAURA
Zuzendaria:
  1. María Jesús Cava Caballero Zuzendaria
  2. Sofía Buelga Vázquez Zuzendarikidea

Defentsa unibertsitatea: Universitat de València

Fecha de defensa: 2019(e)ko urtarrila-(a)k 18

Epaimahaia:
  1. Gonzalo Musitu Ochoa Presidentea
  2. Isabel Balaguer Solá Idazkaria
  3. João Manuel Rosado de Miranda Justo Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 579733 DIALNET

Laburpena

Antecedentes: Las conductas agresivas en las relaciones con los iguales y con la pareja presentan una elevada prevalencia y una repercusión muy negativa en la salud mental de los adolescentes (Katsaras et al., 2018; Shorey et al., 2018). Ambas problemáticas han sido tradicionalmente investigadas de forma separada, y muy pocos estudios han explorado posibles variables explicativas comunes. No obstante, algunos estudios previos han mostrado que en ambas situaciones de violencia el agresor pretende, mediante sus agresiones reiteradas a la víctima, alcanzar un cierto dominio y control sobre ella (Cava, 2013; Olweus, 1993; Ovejero, Yubero, Larrañaga y Navarro, 2013). Asimismo, ciertos esquemas cognitivos sobre la interacción social caracterizados por el uso de la violencia como forma de resolver conflictos, la falta de empatía, un autoconcepto negativo, mayor ánimo depresivo y una mayor soledad se han sugerido en estudios recientes como posibles factores explicativos comunes a la violencia entre iguales y la violencia de pareja en adolescentes (Carrascosa, Cava y Buelga, 2016; Cava, Buelga y Carrascosa, 2015; Cerezo, Sánchez, Ruiz y Arense, 2015; Eastman et al., 2018; Foshee et al., 2015; González-Ortega, Echeburúa y Corral, 2008; Halpern, Piña y Vásquez, 2017; Lu, Van Ouytsel, Walrave, Ponnet y Temple, 2018; Xia, Fosco, Lippold y Feinberg, 2018; Zych, Farrington y Ttofi, en prensa). Además, no sólo ciertas características personales podrían ser comunes en los adolescentes implicados en la violencia entre iguales y la violencia de pareja, sino que también, desde una perspectiva ecológica, determinadas características de su entorno social y familiar podrían constituir factores explicativos comunes a ambos tipos de violencia. Así, diversos estudios han analizado las características familiares de los adolescentes implicados en violencia de pareja, destacando la influencia que los conflictos maritales y los estilos educativos parentales inadecuados tienen en su aparición (Izaguirre y Calvete, 2017; Kaufman-Parks, DeMaris, Giordano, Manning y Longmore, 2018). Respecto a la violencia escolar entre iguales, también se ha constatado la influencia que un funcionamiento familiar inadecuado tiene en su origen (Cava, Musitu y Murgui, 2006; Cerezo, Ruiz-Esteban, Sánchez, Gonzalo y Julián, 2018; Seo, Jung, Kim y Bahk, 2017); siendo, por el contrario, menor su incidencia cuando existe un clima familiar positivo y una comunicación fluida entre padres e hijos (Estévez, Jiménez y Cava, 2016). Por otra parte, una mejor comprensión de la violencia escolar entre iguales y de la violencia de pareja en adolescentes parece requerir no sólo del análisis de la existencia o no de violencia en estas relaciones, sino que también es necesario evaluar la frecuencia con que las conductas violentas se producen y los diferentes roles desempeñados por los adolescentes en estos casos (Choi, Wong y Fong, 2017; Goldbach, Sterzing y Stuart, 2018). A este respecto, resulta fundamental profundizar en las características psicosociales que diferencian a los adolescentes que desempeñan únicamente un rol de agresor o de víctima respecto de aquellos que desempeñan un doble rol de agresor-víctima. Un mayor conocimiento de las características personales y sociales de los adolescentes implicados en estos diferentes roles podría ser de especial utilidad para realizar intervenciones más eficaces. Ciertamente, el desarrollo de intervenciones que permitan la prevención de estas problemáticas es de una indudable relevancia social. Además, partiendo de las conexiones constatadas entre ambas formas de violencia durante la adolescencia, se han realizado algunas experiencias previas de intervención dirigidas a su prevención conjunta (Foshee et al., 2014; 2015). Sin embargo, en nuestro contexto cultural la investigación sobre las relaciones entre ambos tipos de violencia es muy escasa, y no se han elaborado hasta el momento programas de intervención que permitan la prevención conjunta de estas dos graves problemáticas psicosociales. Esta circunstancia pone en evidencia la necesidad de conocer mejor las relaciones entre ambas problemáticas y elaborar programas que permitan prevenir conjuntamente ambos tipos de violencia en adolescentes. Objetivos: en el desarrollo de esta Tesis se plantearon los siguientes objetivos generales: 1) Analizar las relaciones entre violencia escolar entre iguales y violencia de pareja en adolescentes, explorando variables personales (autoconcepto, empatía, satisfacción con la vida, ánimo depresivo, actitudes hacia la autoridad, actitudes sexistas), familiares (comunicación con la madre y con el padre) y sociales (estilos de comunicación interpersonal, relación con el profesor y soledad percibida), que pueden estar vinculadas con ambas formas de violencia; así como posibles diferencias en función del sexo del adolescente. 2) Elaborar, implementar y evaluar un programa de intervención en el contexto escolar para la prevención conjunta de ambas problemáticas. Metodología: Participantes. En esta investigación se ha contado con dos muestras de adolescentes. La primera muestra estuvo formada por 1034 adolescentes (50.6% chicos y 49.4% chicas), entre 12 y 19 años. La edad media de chicos (M = 14.33; DT = 1.50) y chicas (M = 14.57; DT = 1.73) fue similar. Estos adolescentes estudiaban en cuatro centros educativos de enseñanza secundaria y bachillerato de la Comunidad Valenciana. Esta primera muestra fue utilizada para profundizar en el análisis de las relaciones entre la violencia escolar entre iguales y la violencia de pareja en adolescentes y en las variables personales, familiares, escolares y sociales relacionadas con ambas formas de violencia. Por otra parte, se ha contado también con una segunda muestra de menor tamaño e integrada por 191 adolescentes (46.07% chicos y 53.93% chicas), entre 12 y 17 años (M = 14.13, DT = 1.05). Estos adolescentes estudiaban 2º, 3º y 4º de ESO en dos centros educativos diferentes de los anteriores. Esta segunda muestra fue utilizada para evaluar la efectividad del programa de intervención desarrollado en este trabajo. Instrumentos. Para la medición de las variables incluidas en esta investigación se han utilizado 22 instrumentos de evaluación, cuyas propiedades psicométricas han mostrado ser adecuadas en este estudio. En la primera muestra se han utilizado diversas escalas para evaluar conductas de violencia ejercida y de victimización sufrida en las relaciones con los iguales y la pareja, así como diversas escalas para evaluar el autoconcepto, la satisfacción con la vida, la sintomatología depresiva, las actitudes hacia la autoridad, la empatía, el sexismo, los estilos interpersonales, la soledad, la comunicación con los padres y la relación con el profesor. En la segunda muestra se han evaluado conductas agresivas y de victimización entre iguales y con la pareja, ciberviolencia, autoconcepto, empatía y estilos interpersonales. Además, en esta segunda muestra se ha contado también con instrumentos para evaluar: creencia en mitos románticos, tolerancia al maltrato en la pareja, percepción del amor ideal, reconocimiento de situaciones de maltrato, estereotipos de género y dificultades para controlar la ira. Con ambas muestras, se han respetado los principios fundamentales de la Declaración de Helsinki para los estudios con seres humanos y de la Declaración Universal de la UNESCO de Derechos Humanos. Análisis de datos. En primer lugar, se calcularon los coeficientes alpha de Cronbach para analizar la fiabilidad de las escalas. Además, para conocer la prevalencia de las conductas de violencia hacia los iguales y hacia la pareja se calcularon estadísticos descriptivos (análisis de frecuencias) y las posibles diferencias entre chicos y chicas en estas conductas se exploraron utilizando el estadístico Chi cuadrado. Para analizar las relaciones entre las variables objeto de estudio se realizaron análisis de correlaciones. Posteriormente, se realizaron diversos MANOVAs para conocer las características psicosociales de los adolescentes con diferente implicación en la violencia entre iguales y la violencia de pareja, analizar posibles diferencias en las variables incluidas en el estudio en función del sexo y explorar posibles interacciones entre el sexo y la diferente implicación de los adolescentes en estas conductas violentas. Por último, para evaluar la efectividad del programa DARSI se realizaron análisis de varianza de medidas repetidas (ANOVA 3x2) con factor inter-grupo (grupo de intervención, grupo control 1 y grupo control 2) y factor intra-sujeto (pre-test y post-test: Tiempo 1 y Tiempo 2). Resultados: En primer lugar, se observa una elevada prevalencia de la violencia escolar entre iguales y de la violencia de pareja en adolescentes. Así, por ejemplo, un 17.4% de los adolescentes afirman que alguna vez “han pegado, dado patadas y puñetazos a un compañero”, y aproximadamente la mitad de los adolescentes han ejercido y sufrido en alguna ocasión violencia de pareja de tipo verbal-emocional. No obstante, los porcentajes de agresiones frecuentes son considerablemente menores. En cuanto a las relaciones entre la violencia entre iguales y la violencia de pareja, los resultados de nuestra investigación constatan la existencia de elevadas correlaciones entre ambos tipos de violencia en adolescentes. Además, se observa que existen variables comunes (personales, familiares, escolares y sociales) que correlacionan con ambos tipos de violencia. Asimismo, nuestros resultados indican importantes diferencias en el perfil psicosocial de los adolescentes en función de los diferentes roles (víctima, agresor, víctima-agresiva) y de la frecuencia con que desempeñan estos roles. El perfil psicosocial más negativo se observa en los adolescentes que desempeñan con frecuencia un doble rol de agresor-víctima, tanto en las relaciones con sus iguales como en las relaciones de pareja. En la violencia de pareja en adolescentes, el rol de agresor-víctima ocasional y los adolescentes no implicados en ninguna forma de violencia y victimización en la pareja son los presentan mejor ajuste psicosocial. Los adolescentes con una implicación frecuente tanto en la violencia entre iguales como en la violencia de pareja presentan un ajuste psicosocial especialmente negativo. Respecto a la evaluación del programa de intervención elaborado en esta investigación (Programa DARSI -Desarrollando en Adolescentes Relaciones Saludables e Igualitarias-), los resultados obtenidos muestran efectos positivos del programa en los adolescentes que lo implementaron. Estos adolescentes presentan una disminución significativa en conductas de agresión y victimización entre iguales, ciberagresión y cibervictimización entre iguales, actitudes sexistas, estereotipos de género, creencias en mitos del amor romántico, tolerancia al maltrato en la pareja, ideales negativos del amor y dificultades para controlar la ira. Además, tanto los adolescentes como sus profesores valoran positivamente la intervención. Conclusiones: En primer lugar, respecto a la prevalencia, los resultados de este estudio muestran la necesidad de tener en cuenta la frecuencia con que los adolescentes se implican en ambos tipos de violencia, ya que se observan porcentajes elevadísimos de agresiones ocasionales y porcentajes más bajos, aunque preocupantes, de conductas violentas frecuentes. Asimismo, los datos de la presente tesis doctoral indican que el rol más frecuente es el de agresor-víctima ocasional, tanto en la violencia de pareja como en la violencia entre iguales, lo que podría reflejar una elevada prevalencia de las agresiones mutuas ocasionales. Por otra parte, esta investigación incluye también resultados novedosos sobre las características psicosociales de los adolescentes implicados no sólo en el rol de víctima y de agresor, sino también en el rol de agresor-víctima ocasional y de agresor-víctima frecuente. Así, se observa que el rol de agresor-víctima frecuente presenta peor ajuste psicosocial. Además, los datos obtenidos destacan, en general, un perfil psicosocial más positivo en los adolescentes no implicados en ninguna forma de violencia y los que ejercen el rol de agresor-víctima ocasional en diferentes variables personales (autoconcepto, satisfacción con la vida, ánimo depresivo, actitudes hacia la autoridad, actitudes sexistas), familiares (comunicación con la madre y comunicación con el padre) y sociales (estilos de comunicación interpersonal, relación con el profesor y soledad percibida). La presente tesis doctoral amplía nuestro conocimiento sobre la relación entre la violencia entre iguales y la violencia de pareja en adolescentes. Los resultados obtenidos han permitido profundizar en las variables comunes relacionadas con ambos tipos de violencia, y elaborar perfiles psicosociales de los adolescentes que desempeñan un rol similar (como víctima, agresor o víctima-agresiva) en la violencia entre iguales y la violencia de pareja. Además, este mayor conocimiento de las variables comunes vinculadas con ambas formas de violencia supone un importante respaldo para la elaboración e implementación de programas para su prevención conjunta. Ciertamente, una importante aportación de esta tesis doctoral es la elaboración, implementación y evaluación de un programa de intervención para la prevención conjunta de la violencia escolar entre iguales y la violencia de pareja en adolescentes. Los datos sobre la evaluación de este programa constatan su efectividad, así como también la viabilidad de intervenir conjuntamente desde contextos escolares en la prevención de ambas formas de violencia. Este programa ha reducido conductas agresivas entre iguales y variables directamente relacionadas con la violencia de pareja, tales como la tolerancia al maltrato, las actitudes sexistas o las creencias en mitos románticos. Por ello, este estudio proporciona también a la sociedad una herramienta útil para favorecer en los centros escolares la convivencia pacífica y para potenciar los valores de la igualdad y la coeducación. No obstante, este estudio cuenta también con algunas limitaciones metodológicas: diseño transversal, utilización de autoinformes, tamaño de la muestra. Sin embargo, y a pesar de estas limitaciones, los resultados obtenidos aportan resultados interesantes y novedosos sobre las relaciones entre la violencia escolar entre iguales y la violencia de pareja en adolescentes, así como las características psicosociales de los diferentes roles de agresor y víctima de ambos tipos de violencia. Además, se constata la efectividad de un programa novedoso en el ámbito nacional para la prevención de conductas violentas entre iguales y en la pareja.