Intervención en violencia filio-parentalun estudio cualitativo desde la perspectiva ecológica y la experiencia en el sistema judicial
- Martínez Pastor, María Luisa
- Estefanía Estévez López Director/a
- Teresa Isabel Jiménez Gutiérrez Codirectora
Universidad de defensa: Universidad Miguel Hernández de Elche
Fecha de defensa: 12 de septiembre de 2017
- Gonzalo Musitu Ochoa Presidente
- José Antonio Piqueras Rodríguez Secretario/a
- David Moreno Ruiz Vocal
- María Isabel Hombrados Mendieta Vocal
- Marisol Lila Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Nos encontramos en un momento social y cultural en el que la familia ha pasado de ser una institución rígida producto de otros tiempos, a una realidad flexible, fundamentalmente psicológica (Otero, 2009). La diversidad de formas familiares en la sociedad actual, y la variabilidad en sus funciones, hacen más compleja la compresión de sus dinámicas, y de lo que sucede en un entorno de privacidad. Así, cada vez más, los padres se ven cuestionados en cuanto a sus funciones parentales. La profesionalización de la crianza y la psicologización de todo aquello que está relacionado con el ser humano, exige a los progenitores un nivel de especialización en su función socializadora. De esta manera, ante los problemas habituales en cualquier familia relacionados con la comunicación, los límites o la necesidad evolutiva de adaptarse a los cambios, los padres responsables buscan orientaciones técnicas para ejercer su función educadora, y en ocasiones, la relación parento-filial pasa a tener una función instructora, en detrimento de la función nutricia tan necesaria para el desarrollo emocional y psicoafectivo de las personas. Uno de los problemas cada vez más evidentes en los sistemas de protección social, sanitario y judicial, es el relacionado con el maltrato de hijos a padres. La violencia filio-parental (en adelante VFP) es una problemática sobre la que todavía queda mucho por conocer desde el rigor y la evidencia científica (Aroca-Montolío, Lorenzo-Moledo y Miró-Pérez, 2014; Morán, 2013; Rechea y Cuervo, 2010; Robinson, Davidson y Drebot, 2004; Romero, Melero, Cánovas y Antolín, 2005). La familia, tradicionalmente, se ha mantenido en un espacio reservado; sin embargo, en la actualidad se ha visto condicionada por unos claros límites legales, a partir de los cuales la prevención del maltrato y abuso infantil, y de la violencia de género en la familia, se suponen prioritarios para la sociedad (Crichton-Hill, Evans y Meadows, 2006), y la VFP está en vistas de considerarse también como tal. La mayoría de los estudios sitúan el comienzo de la VFP en la adolescencia (Haw, 2010; Ibabe y Jaureguizar, 2011; Kethineni, 2004; Romero et al., 2005; Sánchez, 2008; Snyder y McCurley, 2008; Walsh y Krienert, 2007). Sin embargo, cuando hablamos en particular del comportamiento de los hijos en edad adolescente, es necesario distinguir entre las conductas prototípicas de la adolescencia de carácter disruptivo, de aquellas otras consideradas como inaceptables o abusivas (Stewart, Wilkes, Jackson y Mannix, 2006). Estos aspectos obstaculizan una definición consensuada de lo que entendemos por “comportamiento violento hacia los padres”, “maltrato hacia los padres” o, en terminología más específica, violencia filio-parental, aunque cada vez más se tiende a un acuerdo. La VFP es un problema complejo, cuyo estudio se basa fundamentalmente en modelos generales que explican la conducta agresiva o violenta, si bien a medida que se profundiza sobre ello, han comenzado a plantearse modelos específicos a partir de los cuales se explican sus causas, así como los procesos por los que las familias se ven sumergidas en este tipo de violencia intrafamiliar. Así mismo, en virtud de la respuesta de los diferentes sistemas de protección social, el maltrato de los hijos hacia sus padres ha cobrado especial relevancia para el sistema judicial, y específicamente en España, la VFP está tipificada como delito según el código penal. Esta circunstancia, aporta una nueva dimensión al conflicto, y paralelamente al creciente interés por comprender mejor esta persistente realidad en las familias, aumenta la necesidad de desarrollar programas de tratamiento eficaces que reduzcan su prevalencia. A partir de la presente investigación se pretende comprender y analizar la VFP, conocer las características de sus principales protagonistas, explorar las modalidades de tratamiento existentes y analizar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del sistema judicial, como uno de los principales contextos desde donde se está afrontando el problema. Además, dada la urgencia de atender a este tipo de violencia (Coogan, 2011), debido a las consecuencias que tiene para la sociedad en general, y para los adolescentes y las familias en particular, una parte importante del trabajo está orientada a la intervención, y al desarrollo de una propuesta integradora a partir de la cual los profesionales encuentren una guía.