Relación entre las alteraciones del sueño, cambios de la estructura cortical y marcadores en sangre periférica en personas mayores con deterioro cognitivo leve
- José Luis Cantero Lorente Director
- Mercedes Atienza Directora
Universidad de defensa: Universidad Pablo de Olavide
Fecha de defensa: 30 de junio de 2017
- María Rosa Peraita Adrados Presidente/a
- Raúl Vicente Zafra Secretario/a
- Eva M. Carro Díaz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una demencia neurodegenerativa causada por la presencia de depósitos proteicos de naturaleza patológica. Esta enfermedad cursa con atrofias cerebrales que se acompañan de un deterioro progresivo de la memoria desde su fase prodrómica, conocida como deterioro cognitivo leve (DCL). Aunque la investigación en las últimas décadas ha arrojado información muy valiosa sobre diferentes aspectos de esta condición neurodegenerativa, existe un profundo desconocimiento sobre los mecanismos que desencadenan la patología subyacente. Evidencias recientes han mostrado una relación entre la aparición de las primeras placas de beta amiloide (Aβ) y las alteraciones de la estructura del sueño en modelos experimentales de la EA, alimentando la hipótesis de que la relación recíproca entre estos dos parámetros podría facilitar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, son escasos los estudios que han tratado de validar esta hipótesis en humanos, a pesar de que las alteraciones del sueño están presentes desde la fase prodrómica de la EA. El primer objetivo del presente estudio fue por tanto determinar si las alteraciones del sueño que muestran los pacientes con DCL se acompañan de cambios en las concentraciones plasmáticas de Aβ y de cambios cerebrales estructurales asociados a la neurodegeneración. Por otra parte, estudios previos han puesto de manifiesto que los DCL presentan un incremento de los niveles circulantes de homocisteína (HCY) y una disminución de la capacidad antioxidante total (TAC). Dado que el incremento de HCY y la reducción del tiempo total de sueño agravan el daño oxidativo cerebral, nos planteamos como segundo objetivo determinar si la duración del sueño en los pacientes con DCL podría actuar como mediador de la relación existente entre HCY y TAC. Para tratar de dar respuesta a estas cuestiones, se han realizado estudios de polisomnografía nocturna, resonancia magnética cerebral y determinaciones de Aβ, HCY y TAC a 21 personas mayores normales (controles) y 21 pacientes con DCL de tipo amnésico (DCLa). Los análisis revelaron que cuanto más altas eran las concentraciones plasmáticas de Aβ1-42 más pronunciada fue la fragmentación del sueño de ondas lentas en estos pacientes. Además, la disminución del sueño REM observada en los DCLa se acompañó de reducciones del espesor cortical en regiones del cingulado posterior, precúneo y giro post-central, mientras que el incremento de las concentraciones plasmáticas de Aβ1-40 y Aβ1-42 correlacionó con disminuciones del espesor cortical en el cingulado posterior y corteza entorrinal, respectivamente. Estudios previos han mostrado que la mayoría de estas regiones corticales están afectadas desde las fases más tempranas de la EA. Los pacientes con DCLa también mostraron una relación inversa entre los niveles de HCY y TAC. Ambos parámetros correlacionaron con una disminución de la calidad del sueño (i.e., duración y eficiencia de sueño) y con reducciones de volumen del lóbulo temporal. Los análisis de mediación no solo confirmaron que la relación inversa entre HCY y TAC estaba mediada por la calidad del sueño en los pacientes con DCLa, sino que además mostraron que el impacto de la HCY sobre la integridad estructural del lóbulo temporal estaba mediado por la relación existente entre la calidad de sueño y la TAC. En conjunto, estos resultados apuntan a que las alteraciones del sueño que muestran los pacientes con DCLa están relacionadas con la patofisiología de la EA, posiblemente contribuyendo a la progresión de la amiloidosis cerebral. Además, abren nuevas vías de investigación dirigidas a modificar la trayectoria del envejecimiento a partir de estrategias basadas en la mejora de la calidad de sueño y en la reducción del daño oxidativo.