Género y bienestaruna propuesta de medición
- Flor María Guerrero Casas Codirectora
- Lina Gálvez Muñoz Codirectora
Universidad de defensa: Universidad Pablo de Olavide
Fecha de defensa: 01 de abril de 2009
- Juan Antonio Fernández Cordón Presidente/a
- Eugenio Manuel Fedriani Martel Secretario/a
- Paloma de Villota Gil-Escoín Vocal
- Rafael Caballero Fernández Vocal
- María Victoria Rodríguez Uría Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El análisis de la perspectiva de género en el ámbito del desarrollo humano y el bienestar es un fenómeno relativamente reciente, especialmente en lo referente a la medición. A la complejidad del estudio del concepto de bienestar se une la problemática de considerar aspectos susceptibles de medición cuantitativa. Los organismos internacionales han puesto de manifiesto la necesidad de prestar una especial atención a las cuestiones de género en lo relacionado con el desarrollo humano (Objetivos del Milenio). Ante el amplio abanico de posibilidades que ofrece este campo, este trabajo se centra en el problema de la medición de la desigualdad desde el punto de vista cuantitativo. Se parte de la hipótesis de que los sistemas que actualmente se utilizan para medir las desigualdades de género, siguen presentando debilidades importantes en una doble vertiente: existencia de datos apropiados y metodología utilizada en la medición. Asimismo, la delimitación precisa del propio concepto de desarrollo humano presenta algunas dificultades. Ante la situación descrita, la finalidad última de este trabajo es hacer una aportación útil para la implementación de políticas que sirvan para favorecer el desarrollo humano en todos los continentes. Para esto, se plantea un doble objetivo: - Definir el concepto de desarrollo humano de manera que integre la perspectiva de género y sea consistente con una concepción social, económica y medioambientalmente sostenible. - Plantear un nuevo modelo de medición del desarrollo humano que permita salvar algunas debilidades existentes en los anteriores, y sea idóneo para su promoción a nivel global. Para dar respuesta al primero de los objetivos se utiliza el Enfoque de las Capacidades propuesto por el premio Nobel de Economía Amartya Sen a finales de los años ochenta. Esta teoría refleja de un modo bastante útil el concepto de desarrollo humano, ya que se centra en los individuos y en las posibilidades de éstos de desempeñar una vida digna, observándolos como elementos capaces y no únicamente como fines de un proceso. En cuanto a la medición, se hace una propuesta novedosa, tratando de superar las críticas realizadas a los indicadores tradicionales que incorporan el género en la medición del desarrollo humano. Se propone un nuevo indicador sintético que trata de recoger aspectos de gran relevancia y que habitualmente no son considerados. El más relevante es el uso del tiempo, en concreto aspectos relacionados con el trabajo no remunerado además del trabajo de mercado. A la hora de elegir una herramienta de medida en cualquier esfera, la primera cuestión que se plantea resulta evidente: habrá de determinarse cuál será el objeto a medir. Esta obviedad, sin embargo, no tiene una solución inmediata en el caso que nos ocupa, pues la disyuntiva planteada a la hora de delimitar el concepto objeto de estudio, se trasladará también a este ámbito. El hecho de que no exista una definición clara y excluyente, así como que se combinen aspectos cuantitativos y cualitativos de difícil medición, condicionará la metodología utilizada. La medición del desarrollo humano ha ido evolucionando en la medida en que lo ha hecho el propio concepto. El paso de una corriente centrada en una visión economicista del desarrollo (desarrollo económico) a una corriente más preocupada por su vertiente social como superación de la puramente económica (desarrollo humano), se ha hecho patente también en la forma de medirlo. El nuevo concepto de desarrollo, con claras connotaciones sociales, exigía la elaboración de índices mucho más complejos que los puramente económicos; indicadores cuantitativos sintéticos de los aspectos teóricos que suponía el nuevo paradigma, que superaran al tradicionalmente utilizado: el PNB por habitante. Surge así la necesidad de desarrollar nuevas alternativas de medición que recojan su complejidad así como su naturaleza múltiple. Las principales limitaciones atribuidas a los indicadores están relacionadas con dos tipos de factores. De una parte nos encontramos las relacionadas con la elección de las variables que formarán parte del indicador y, de otra, las que tiene que ver con la metodología propuesta para la construcción de un indicador sintético de estas características. En relación al primero de los aspectos, los indicadores de desarrollo relativos al género incluyen en su mayoría variables sobre el estado de salud, la educación y el nivel de ingreso de la personas, estableciendo diferencias entre los niveles alcanzados por los hombres y las mujeres en distintas regiones. En el presente trabajo se propone dar un paso más en este sentido, incorporando variables que, pese a ser de gran utilidad, han sido escasamente utilizadas. La principal aportación de las encuestas sobre uso del tiempo es la de suministrar información relativa a la distribución desigual del tiempo que realizan mujeres y hombres. Numerosos estudios descriptivos a nivel internacional ponen de manifiesto que unas y otros dedican su tiempo a actividades distintas, existiendo claros sesgos en lo relativo a trabajo remunerado y no remunerado así como a actividades de ocio, lo cual hace visible importantes dificultades en materias de sostenibilidad social y económica del sistema. La medición del desarrollo, desde un prisma completo que incluya las capacidades de las personas y recoja las disparidades existentes entre ellas, no puede dejar al margen la variable tiempo. El indicador que se propone tendrá en cuenta esta consideración, junto a otros aspectos generales que necesariamente deben incluirse en el mismo, como los factores medioambientales. Respecto al segundo grupo de limitaciones, relacionadas con las técnicas aplicadas para la construcción del indicador, destaca la arbitrariedad puesta de manifiesto en la asignación de pesos a las componentes del indicador sintético. Por este motivo, se propone la combinación de técnicas de carácter matemático y estadístico para tratar de salvar este tipo de obstáculos. La utilización de técnicas que permitan la ponderación interna de los subindicadores constituirá la base de la medida propuesta. Finalmente, se realiza un ejercicio práctico a modo de ejemplo de la aplicación que puede tener este tipo de indicadores para la medición del desarrollo humano, lo que a su vez constituye un elemento esencial para la implementación, seguimiento y evaluación de políticas sociales en el ámbito de la cooperación internacional. Por todo lo anterior, entiendo que el trabajo que presento cumple los requisitos del concurso y se adapta a los objetivos del mismo, proporcionando herramientas que pueden ser muy útiles en materia de planificación de proyectos de cooperación.