Locos intelectuales y locos de la vida cotidiana en el ecuador. Siglos XVII al XX. La mirada de un psiquiatra sobre la historia
- Vega Delgado, Armando Gustavo
- Juan Marchena Fernández Director
Universitat de defensa: Universidad Pablo de Olavide
Fecha de defensa: 07 de de setembre de 2017
- José María Delgado García President
- Fernando Iwasaki Cauti Secretari/ària
- Manuel Enrique Alejandro Ayala Mora Vocal
Tipus: Tesi
Resum
Estudio sobre las enfermedades mentales en Ecuador desde un punto de vista histórico abordando el punto de vista de la larga duración. El presente trabajo, se fundamenta en la psiquiatría y en la historia, en cuanto ciencias guía. Toma prestado conceptos y categorías de la antropología cultural, filosofía, psicoanálisis, medicina y artes, en tanto sirven para centrar y aclarar procesos y secuencias complejas que el tema de la locura obliga. El método utilizado sigue las herramientas y los patrones de la historia de vida, la historia clínico-psiquiátrica, la microhistoria, aplicadas a un conjunto de individuos concebidos como dueños de diversas formas de locura, a través de un hilo conductor que rastrea sus pasos en Ecuador del siglo XIX y XX y que componen el cuerpo central de la investigación. Se ha tomado tangencialmente personas y entornos de la época de la Colonia, durante los siglos XVII y XVIII, por la fuerza histórica que la contextualización de sus locuras respectivas significa para el mundo intelectual o de la vida cotidiana. Razones de la selección y fuentes ¿Por qué éstos y no otros locos? Es una pregunta clave al momento de discutir el método. Se ha definido tal selección en torno a varias consideraciones. Primero, la importancia conferida a las personas escogidas para el estudio por parte de documentos y fuentes. Segundo, la filiación de los sujetos en lugares claves vinculados a dos ciudades en donde el autor está más familiarizado: Cuenca y Quito y sus respectivas áreas de influencia. No se ha dejado de lado otras ciudades, sin embargo, como Latacunga, Ambato, Riobamba, Loja, Babahoyo y Guayaquil, con sus entornos, aunque en forma menos dominante. Tercero, la muestra implica evitar sesgos en la visión patriarcal por lo que hay mujeres que equilibran la muestra seleccionada. Cuarto, el acceso a las fuentes de estudio: no siempre rastrear locos y sus locuras ofrece un escenario abierto y expedito para lograr el cometido. Archivos, bibliotecas y entrevistas a informantes clave, redondean la estrategia de acceso a las fuentes de la investigación de campo. Se ha preferido no incursionar en historias de locura a través de archivos hospitalarios, por la evidencia de que especialmente para el tiempo de estudio mencionado, los locos hospitalizados eran raros y pocos; recibían el estigma de la sociedad y por ende los manicomios estaban reservados para estadios terminales de la locura, cuando ésta entraba en etapas crónicas y demenciales, cuando eclosiones de riesgo o peligrosidad implicaba la imprescindible necesidad de ser confinados. Sin embargo, la búsqueda de expedientes hospitalarios tiene su valor en sí, queda tal acercamiento para un segundo momento de investigación, no constante en la presente. Para un libro clásico en el tema: Historia de la Locura en la época clásica (Foucault M., 1964, 1990) la secuencia de punición, confinamiento y asilo, significó un paso paulatino en la historia con relación al tratamiento social frente a los locos. Ámbito La decisión de manejar el concepto de locura fuera del mundo estrictamente médico y psiquiátrico, significa abrir la investigación a un enfoque más multidimensional y cultural de la locura y sus diversas cosmovisiones. Las arenas distintas, no medicalizadas y fuera de la etiqueta reduccionista de la psiquiatría clínica, implican asomarse con apertura al cómo el concepto locura tiene desviaciones múltiples en la mentalidad y en las ideas presentes en sus campos vinculados y contextos. De esta manera, comportamientos fuera de la aparente normalidad, destellan episodios de sujetos estudiados, no necesariamente calificados como dueños de una locura permanente. Hay varios desvíos de la normalidad súbitos y transitorios, algunas psicosis -así denominadas en el mundo de la clínica- fruto de neurosis histéricas en formas disociativas que enajenan a personas. Otros tantos, cuyos trastornos podrían caer dentro del área de los traumas y trastornos orgánicos cráneo-encefálicos, otros adicionales padeciendo sífilis tardías, que con el tiempo nutren la eclosión de la locura. Situaciones relacionadas con el abuso del alcohol y de drogas como la morfina o la heroína, que desencadenan en itinerantes intersticios de vida, resquebrajaduras mentales. La secuencia locura-suicidio está también presente en varios de los sujetos estudiados. Implicaciones relacionadas con la religiosidad y sus expresiones, lenguajes manifestados en cuanto brujería, hechicería y locura, no han dejado de citarse. Además, se estudian locos morales, a la luz de lo que el derecho y la criminología denominan, cuando la conducta delincuencial o psicopática generan violencia, homicidio, destrucción (AHCAIC, Archivo de Historia de la Curia Arquidiocesana de Cuenca, 1606) Género No se ha descuidado el concepto género. Por ello, no sólo hombres, sino mujeres que enloquecieron, desfilan en el análisis, bordando la secuencia en las respectivas micro historias de vida, al momento de descubrir sus propias perspectivas de acuerdo a su filiación de hombre-mujer, como producto socio cultural, a partir de la categoría sexo en cuanto exclusiva base biológica. Sexualidad y locura es una ecuación que en varias partes del trabajo se toca. Para la época que la investigación contempla, la sexualidad estaba sujeta a procesos de mayor represión. Contrasta dicha época con tiempos diferenciados en donde “la mujer ya no es alienada por el hombre, sino que está desposeída de lo masculino, de la ilusión vital del otro, y, por tanto de su ilusión propia, de su deseo y privilegio de mujer” (Baudrillard J., 1988). Se vive desde finales del siglo XX, momentos diametralmente distintos que aquellos que esta investigación traza. Se asiste hoy a una revolución de la intimidad, en donde el factor poder ofrece una lectura desde la sociología a la sexualidad (Giddens A., 2008). La sexualidad misma es lo que está en juego. Cada sexo está afectado por una “enfermedad sexualmente transmisible”, que sería el propio sexo, según la sentencia de Baudrillard. Perspectiva y Tipos Se ha insistido para el abordaje de la locura en una doble perspectiva: el mundo intelectual y, el mundo de la vida cotidiana. Locos pensadores, artistas, profesionales, académicos, escritores. Locos de la calle, locos del pueblo, locos de la vida cotidiana o siguiendo una matriz sociológica diferenciada, locos pertenecientes a sectores subalternos de la sociedad. No se ha colocado una frontera rígida entre los dos campos empero, dado que algunas personas enajenadas de la calle y de la vida diaria, son dueños de un espacio propio en la expresión y el imaginario cultural de sus respectivas épocas. La cultura como parte sustancial de toda contribución humana, no margina al loco de los efectos sociales desencadenantes que se revisten también de cultura. Cultura académica y cultura popular son siempre un terreno deleznable y contradictorio, si se colocan hitos diferenciados y rígidos entre ambos campos. En el caso de la locura más pertinente al primer casillero mencionado, se contrasta y coloca coherencias relacionadas con la producción propia de cada uno de los estudiados, rastreando la respectiva historia de vida en relación a cómo sus obras, escritos o expresiones públicas se concatenan con espacios en donde la mente se resquebraja en locura. Enfoque El método no se desprende de la aceptación previa del enfoque: ofrecer una lectura y la mirada de un psiquiatra sobre distintos locos de la historia ecuatoriana en un tiempo señalado. No se trata de la visión de un historiador en sí que se acerca a la locura, cuanto precisamente, al contrario. Es evidente que circulan y reverberan los dos enfoques entre sí, claro, por cuanto la aceptación de un abordaje interdisciplinario coloca menos opciones de yerro y bias en la investigación que debe gozar del menor reduccionismo disciplinar posible. Fortalezas y Confiabilidad A fin de que el método no sea acusado de trabajar sobre un producto débil, ante el debate y eventual acusación de que consistiendo esta investigación un producto multidisciplinario, el autor no evidencie la base formativa indispensable para acercarse a la misma con idoneidad, debe ser citada expresamente la formación universitaria del autor en distintas ramas científicas, pretendiendo ofrecer niveles de seguridad -garantía nunca- al considerar que no se comete una incursión sobre temas ajenos a las disciplinas propias que trae el autor. Así, medicina, psiquiatría, antropología, artes, música, filosofía e historia, son campos en donde el autor del trabajo tiene titulaciones respectivas de grado y posgrado, tanto como publicaciones afines y pertinentes, asunto que ofrece una lectura no diletante del producto.