Refutacion de la escision. Derechos y deberes humanos

  1. MOLINARO CARLOS, ALBERTO
Dirigida por:
  1. Joaquín Herrera Flores Director

Universidad de defensa: Universidad Pablo de Olavide

Fecha de defensa: 09 de marzo de 2005

Tribunal:
  1. Francoise Houtart Presidente/a
  2. María José Fariñas Dulce Secretario/a
  3. Joao Arriscado Nunes Vocal
  4. Rosario Valpuesta Fernández Vocal
  5. Antonio Carlos Wolkmer Vocal
Departamento:
  1. Derecho Público

Tipo: Tesis

Teseo: 129285 DIALNET

Resumen

Objetivo el trabajo dibujar una perspectiva para estudiar y promover los derechos humanos. Para eso, delineamos un modelo N-C-S-D-D [naturaleza-cultura-sujeto-deber] que habilita pensar esa perspectiva unificada. Uno de los resultados de esa visión es el derecho como un mecanismo de estabilización de las relaciones sociales existentes en un espacio-tiempo social determinado. Así el derecho revelase como un proceso cultural que se crea continuamente. Cuando sistematizamos el derecho, generalmente lo escin-dimos en derechos, deberes, pretensiones, obligaciones Nosotros refutamos, en sede de derechos humanos, la escisión. El derecho es uno sólo. Derecho-deber. Con todo, obsér-vese que no nos estamos refiriendo al derecho-deber de la dogmática jurídica habitual, es decir, a la simultaneidad del derecho y del deber individualmente atribuido [ver-bigracia, los derechos y deberes de determinados agentes o funcionarios públicos]. No es de ese derecho-deber que tratamos. El derecho-deber que intentamos proponer es un instrumento para la elaboración de una "deontología de los derechos humanos", Así, una deontología de esta especie implica una auto-imposición de deberes -deberes para hacer efectivos los derechos humanos-. Deberes que son derechos y viceversa, habi-litados desde cinco predicamentos: Re-conocimiento, Reciprocidad, Respeto, Respon-sabilidad y Redistribución. Luego, re-conozco el otro, le exijo la reciprocidad, lo respeto y respeto a mí mismo, nos hacemos responsables y nos encaminamos para promover una redistribución del poder social. Una deontología de los derechos humanos los pien-sa desde esos cinco predicados, de todo incluyente.