Los presupuestos participativos en Sevillademocracia participativa y estrategias partidistas
- MANJAVACAS RUIZ, JOSE MARIA
- Isidoro Moreno Navarro Director/a
- Félix Talego Vázquez Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 29 de junio de 2012
- Ignasi Terradas Saborit Presidente/a
- Jorge Benavides Solís Secretario/a
- Ramón Román Alcalá Vocal
- Javier Escalera Reyes Vocal
- Crsitobalina Gavira Álvarez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
A fines de la primavera de 2003, pocas semanas después de las Elecciones Locales, era palpable la euforia entre cuadros y militantes de Izquierda Unida de la ciudad de Sevilla. Tal entusiasmo se correspondía con las expectativas abiertas alrededor de las negociaciones entre PSOE e IU para la constitución de un gobierno de coalición en el ayuntamiento: tras más de veinte años, concejales comunistas, ahora a través de la candidatura de Izquierda Unida, podían volver a formar parte del equipo municipal de gobierno 1 . Las elecciones locales celebradas en mayo habían introducido una coyuntura relativamente nueva en la composición político-partidista del Ayuntamiento de Sevilla. A la concentración del voto en las dos principales formaciones estatales, Partido Socialista Obrero Español y Partido Popular, ya constatada en los resultados de 1999, había que añadir un mayor retroceso del Partido Andalucista, formación que, en los dos periodos anteriores de gobierno local, había venido pactando con uno u otro de los citados partidos desde una posición de sólida minoría electoral. Por su parte, la coalición Izquierda Unida, que en Sevilla parecía resistir algo mejor las consecuencias de la bipolarización partidista general, se encontraba ante la posibilidad de participar en el gobierno de la ciudad: los votos de sus concejales, si se unían a los del PSOE, garantizarían una mayoría suficiente frente a la virtual suma de los votos de PP y PA. En este nuevo escenario las fuerzas estaban, en cuanto a número de concejalías, muy igualadas entre los dos grupos mayoritarios con capacidad para gobernar y los dos minoritarios con posibilidades de auxiliar a una de estas mayorías. Las diferencias eran muy reducidas: al PSOE y el PP les separaban dos concejalías –obtuvieron, respectivamente, 14 y 12 representantes-, mientras el PA contaba con 4 e IU con 3. El eventual pacto de gobierno entre PSOE e IU superaba en un concejal –y en sólo 201 votos- a la también previsible alianza entre PP y PA. En el contexto político andaluz y español, la oposición de izquierdas venía coincidiendo en diversos frentes sociales y políticos en sus críticas y movilizaciones contra las medidas del gobierno del PP presidido, con mayoría absoluta en el parlamento estatal, por José María Aznar. Particular trascendencia habían tenido las manifestaciones contra la Guerra de Irak y la oposición sindical así como, de un modo más difuso pero muy perceptible, el hartazgo entre sectores “progresistas” ante el “estilo Aznar” 2 . A niveles locales, donde gobernaba el PP, estas coincidencias de la izquierda se venían visualizando, sobre todo, en la denuncia de acciones urbanísticas vinculadas a la creciente especulación inmobiliaria, en gran parte derivada de las modificaciones legislativas sobre usos del suelo aprobadas por el gobierno conservador. Más concretamente, en Sevilla, se suscitaron controversias alrededor de la Gerencia Municipal de Urbanismo, organismo autónomo municipal políticamente dirigido por el Partido Andalucista como concesión del PSOE para poder acceder a la alcaldía en el período 1999-2003. Aunque socio de gobierno, en la práctica el PA había gobernado sus concejalías de manera casi independiente. La tradición de varios períodos municipales recurriendo a pactos “inevitables” ante la ausencia de mayorías absolutas, había contribuido a un desarrollo bicéfalo del gobierno local, con repartos de poder entre socios –desde 1995 a 1999 PP y PA, entre 1999 y 2003 PSOE y PA -, muy acusados en las distintas delegaciones y distritos municipales, lo que había derivado en la formación de dos bloques institucionales muy autónomos; algo que no terminaba de satisfacer al Partido Socialista Obrero Español y que había venido provocando reiteradas críticas del grupo municipal de Izquierda Unida en la oposición.