Los microcréditos como herramienta de empoderamiento de la mujer. Estudio del caso de Senegal

Résumé

La reciente historia de los microcréditos ha demostrado que no sólo son positivos para reducir la vulnerabilidad económica de los pobres, sino que generan una serie de beneficios sociales como el fortalecimiento de las mujeres, modificaciones en las relaciones de género para que sean más igualitarias y la promoción de su empoderamiento a diferentes niveles. Al objeto de poder analizar las relaciones existentes entre los microcréditos y el empoderamiento femenino se ha planteado esta Tesis Doctoral, que se ha estructurado en torno a tres experiencias desarrolladas en el norte de Senegal. Aprovechando las potencialidades de la Teoría Fundamentada se ha diseñado una propuesta metodológica centrada en herramientas cualitativas para analizar tres proyectos ejecutados en la ciudad de Saint Louis por sendas organizaciones españolas junto a sus contrapartes locales. Este planteamiento ha permitido adaptar los objetivos e instrumentos a la realidad de la zona de modo que los resultados pudiesen ajustarse tanto a los propósitos de esta Tesis como a las circunstancias especiales del país y las entrevistadas. Como clave del estudio se ha podido contar con las aportaciones de 71 personas, 51 de ellas mujeres beneficiarias que han reflexionado y compartido los cambios más significativos que han ocurrido en sus vidas desde que forman parte de estos programas. Así, se han podido explorar los aspectos personales, privados y públicos, de la vida cotidiana de estas mujeres y conocer sus ambiciones y objetivos vitales. Sus testimonios han sido corroborados y ampliados a través de la participación de 20 informantes clave, personas relevantes en la Comunidad que han enriquecido el estudio con puntos de vista cercanos pero independientes y complementarios. Gracias a estos testimonios, las conductas observadas y la revisión bibliográfica se han podido identificar los principales impactos que los microcréditos han tenido sobre el empoderamiento individual, familiar, comunitario y económico de estas mujeres. Combinando los datos obtenidos en cada uno de estos niveles se han podido conocer en detalle los aspectos de la vida de las beneficiarias en los que el préstamo ha incidido en mayor proporción y los motivos por los que no ha impactado de igual manera en otros. La investigación reveló que cuando se trata de aspectos relacionados con cuestiones humanas, es decir, que dependen del esfuerzo y la intención de cada persona, los microcréditos tienen una mayor capacidad de impactar y producir mejoras. En cambio, los asuntos que las mujeres consideraron que son competencia exclusiva de la religión son menos susceptibles de ser modificados. Así pudimos observar influencias humanas y divinas como condicionantes para que los microcréditos actúen como herramienta de empoderamiento. Cuestiones como la percepción del yo, la sensación de felicidad, las preocupaciones y motivaciones, el acceso a la formación y la salud, la participación en la comunidad, la creación de redes sociales, la decisión de pedir un microcrédito y el uso que se da a los beneficios generados están directamente relacionados con la voluntad individual y por tanto se ha observado un impacto más notable. Si bien el rol de la mujer en el hogar está preestablecido, se ha observado que al tener un trabajo asalariado sus responsabilidades han aumentado y ya no se limita únicamente a ejercer de ama de casa. Conseguir ser respetada, aumentar el poder en la casa y en el lugar de trabajo y planificar para el futuro son cuestiones que han dependido directamente de las decisiones tomadas por cada mujer. Sin embargo, existen otros aspectos en los que los impactos de los microcréditos han sido menos perceptibles. La clase social de pertenencia, el reparto de las tareas en la casa, el rol de los hombres y de los hijos en el hogar, la consideración de la maternidad y las relaciones matrimoniales, la toma de decisiones, la aceptación de la poligamia, la actitud frente al maltrato, las autoridades de referencia, la igualdad entre hombres y mujeres y la valoración de la importancia de los méritos frente a los designios del destino han sido cuestiones que no han mostrado cambios tan evidentes desde que participan en los programas de microcréditos. Unas veces porque no se han observado variaciones en ningún sentido, otras porque las conductas ya estaban consolidadas por la costumbre y la tradición y finalmente porque algunas de estas actitudes están claramente moldeadas por los dictados religiosos y no se contemplaba la posibilidad de que un elemento externo influyese en ellos. Efectivamente, en el caso estudiado se ha podido comprobar la importancia que las tradiciones y la religión musulmana ejercen como condicionantes en el desarrollo de los individuos y muy especialmente de la mujer. La sumisión, la prevalencia del hombre como jefe del hogar y la subordinación de la mujer al rol reproductivo ejercen una férrea influencia sobre el empoderamiento. No obstante, aunque las estructuras patriarcales de poder y la supremacía masculina condicionan el papel de la mujer en la sociedad, no conviene imponer un modelo de empoderamiento determinado en función de los éxitos alcanzados en otras partes del mundo. El empoderamiento es un proceso endógeno que reconoce el protagonismo individual y colectivo y que cuenta con un importante componente subjetivo y de aspiraciones propias. En este contexto el microcrédito actúa como un instrumento más para alcanzar los objetivos, aunque con unas posibilidades que pueden multiplicar los efectos de otras acciones.