La macsura de Al-Hakam II y la formación del arte islámico peninsular
- Elena Muñiz Grijalvo Director
- Emilio González Ferrín Co-director
Defence university: Universidad Pablo de Olavide
Fecha de defensa: 02 June 2021
- Juan Manuel Cortés Copete Chair
- Fátima Roldán Castro Secretary
- Laura Rodríguez Peinado Committee member
Type: Thesis
Abstract
Los inicios del arte islámico en al-Ándalus han resultado ser uno de los temas de estudio centrales en el ámbito del arte medieval hispano. Generalmente, la historiografía del arte ha vinculado los orígenes de este fenómeno artístico a las tradiciones literarias ligadas al proceso de conquista y a la rápida expansión de la religiosidad islámica desde Oriente Próximo. Sin embargo, estas fuentes cronísticas son muy tardías. Por tanto, la idea principal del presente estudio era tomar un caso de estudio concreto que permitiera ir desgranando y arrojando luz sobre la complejidad del proceso de formación del arte islámico peninsular, para lo cual se seleccionó la macsura que el califa al-Hakam II construyó en el interior de la Mezquita de Córdoba en el siglo X. Las razones por las cuales se eligió tan singular edificio parten de hipótesis planteadas en análisis previos donde se destaca la presencia de elementos artísticos vinculados al pasado romano y al canon estético que codifica los edificios de culto en el tiempo de la Antigüedad Tardía mediterránea. El contexto cultural del llamado tiempo de la Antigüedad Tardía en el Mediterráneo, lapso cronológico y espacial donde hunde sus raíces el Early Islam, se muestra como una etapa compleja donde el tema de la representación de lo sagrado ocupa un lugar esencial y determinante. Las diferentes cuestiones teológicas en torno a la definición de la divinidad y la progresiva unión, cada vez más fuerte, entre el poder político y el poder religioso, tuvieron sus repercusiones en la codificación de las grandes urbes del Mediterráneo. El templo de culto, a partir del siglo VI, cobra una importancia capital, construyéndose en el corazón de la ciudad, que pasa de constituirse como un lugar de reunión de la comunidad religiosa a comprenderse como la Morada Divina, el lugar donde Dios habita entre su pueblo. Este cambio resulta muy significativo, además de por las razones mencionadas, por toda la iconografía y simbología que se establece alrededor de la construcción del templo, de la cual participa la mezquita. En el denominado “templo microcósmico”, cuyo principal ejemplo es Santa Sofía de Constantinopla, se crea por medio de la arquitectura toda una metáfora de la Historia de la Salvación en la cual el poder político, religioso y la comunidad de fieles participan de forma activa durante el ritual. En un estudio comparativo desde lo más reciente -la macsura de al-Hakam II en la Mezquita de Córdoba- a lo más antiguo, se observará cómo la arquitectura islámica temprana se suma a todo este compendio estético resultado de una nueva forma de comprender la inmensidad de lo sagrado por medio de metáforas, con una influencia esencial de la filosofía neoplatónica que conduce al alcance de mayores niveles de abstracción, y que parece iniciarse en la Constantinopla del siglo VI. Los parámetros estéticos irradiados desde la Basílica de Santa Sofía como un nuevo templo dedicado a la Sabiduría, comparado con el antiguo templo de Jerusalén, se contemplan en la mayor parte de los edificios religiosos del Mediterráneo en los siglos VI al X. En al-Ándalus, la asimilación completa de este canon estético, simbólico y literario, se registra en la construcción de la macsura de al-Hakam II. Similares metáforas, elementos iconográficos e iconológicos, e incluso prácticas litúrgicas, a las que se habían configurado en la órbita del Imperio Romano de Oriente se registran en el discurso visual de la macsura, transformándose en ella misma, en su integridad y en su carácter performativo en lo que se reconocerá como el arte islámico de al-Ándalus.