Territórios sobrepostos, histórias entrelazadasAcre; correrias entre fronteiras étnicas e nacionais

  1. Martínez Rodriguez, Ernesto
Dirigida por:
  1. Manuel Silva-Ardanuy Director

Universidad de defensa: Universidad Pablo de Olavide

Fecha de defensa: 16 de febrero de 2022

Tribunal:
  1. Juan Marchena Fernández Presidente
  2. Lucía Provencio Garrigós Secretario/a
  3. Rafael Chambouleyron Vocal
Departamento:
  1. Derecho Público

Tipo: Tesis

Teseo: 689561 DIALNET

Resumen

Desde mediados del siglo XIX y durante más de cien años, las plantaciones decaucho han dominado la escena cultural del Amazonas. En Acre o seringal fue el modelo de ocupación territorial, la transformación política y socioeconómica, estaba dentro de sus límites, sus reglas, sus tradiciones y costumbres, que afectaba las vidas de miles de personas, en su mayoría indígenas de diferentes etnias y culturas. Hasta hace unas décadas, un seringal representaba no solo una inmensa propiedad, sino toda una cadena de raíces en un proceso histórico de conquista y colonización de la región. La conquista de la ocupación y la explotación productiva del seringal fue llevada a cabo por actores migrantes externos de diferentes regiones de Brasil e incluso de otros países, con estrategias de comunicación belicosa. Las violentas redadas de expediciones, llevaron a la muerte y capturaron a miles de indígenas, hombres, mujeres y niños. Pensar hoy que las fricciones entre indios y no indios en Brasil fueron episodios del pasado, es desconocer las noticias que a menudo se presentan en los medios de comunicación. Una vez más, hemos visto que los indios se han apoderado de la sede de FUNAI, que hicieron rehenes, manifestaciones en la plaza pública, los blancos; invaden las tierras indígenas, retiran ilegalmente la madera de las reservas, los agricultores no indígenas a su vez, son expropiados de sus plantaciones de arroz. Los mineros en busca de oro o piedras preciosas entran a los bosques y se enfrentan conindios integrados o no contactados. Al final, las disputas son muchas y muy variadas, apoyando la tesis de que se necesita hacer mucho más para contener esta violencia en la mayoría de los estados brasileños. En Acre no es diferente, lejos de acabar con las desgracias indígenas, la extracción de caucho, madera, nueces de Pará, la ganadería, y más recientemente la exploración de petrolíferas en la búsqueda de gas natural y petróleo en el corazón del bosque y la tentación de los narcotraficantes, continua expulsando a los pueblos tradicionales de su hábitat, cuando ofrecen resistencia, aún se eliminan. En el pasado cercano se contrataron, asesinos a sueldo o asesinos profesionales para limpiar las áreas forestales que interesaban al hombre blanco.Lo que da miedo es que él pasado cercano aún no ha pasado, y las fricciones, sin embargo, existen en alta incidencia, y no solo son frisos de pocaimportancia, puesto que continúan produciendo muertes en ambos lados que escapan a las acciones de autoridades.