Sostenibilidad global de la agricultura en América Latina y El CaribeEvaluación de diferentes niveles de eficiencia e índice de productividad, utilizando el análisis envolvente de datos

  1. Moreno Moreno, Juan Javier
Dirigida por:
  1. Teresa Sanz Diaz Director/a
  2. Francisco Velasco Morente Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 13 de diciembre de 2018

Tribunal:
  1. Carlos Usabiaga Ibáñez Presidente
  2. Rocío Yñiguez Ovando Secretario/a
  3. Inés Herrero Vocal
  4. Zoe Falomir Llansola Vocal
  5. Luis González Abril Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 562135 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

El análisis la productividad agrícola y su evaluación supone una importante base para elaborar políticas destinadas al desarrollo económico, para garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la renta de los agricultores. La literatura sobre la productividad del sector agrícola de América Latina y el Caribe (ALC) es amplia, no obstante, si bien son pocos los trabajos que evalúan el desempeño medioambiental de la agricultura de esta región. Este enfoque es esencial para el diseño de las políticas económicas y medioambientales de cualquier Estado y, en definitiva, para el desarrollo sostenible de este sector. Con tal objetivo, esta investigación utiliza el Análisis Envolvente de Datos (DEA) -para la evaluación medioambiental- es decir, pretende evaluar la sostenibilidad global de la agricultura de ALC de la siguiente manera: En primer lugar, se analiza la eficiencia operacional, eficiencia medioambiental, eficiencia unificada (operacional y medioambiental), rendimientos a escala (RTS) y daños a escala (DTS) de 18 países para el año 2012. En segundo lugar, se examina el desempeño medioambiental de la agricultura bajo tres tipos de eficiencia: eficiencia natural, eficiencia managerial, eficiencia unificada (natural y managerial); para determinar si los países adoptan de manera positiva o negativa las regulaciones medioambientales; además se determinan los tipos de RTS y DTS de 25 países para el año 2012. Por último, se realiza un análisis del desempeño medioambiental mediante la evaluación de la eficiencia natural y la eficiencia managerial de la agricultura de 25 países durante el periodo 2000-2012. Para ello se incorpora al análisis el índice de Malmquist para determinar el grado de desplazamiento de la frontera de eficiencia entre múltiples periodos. En la medición del índice se ha considerado que existe un cruce en la frontera de eficiencia entre los diferentes periodos evaluados, que se han separado en ventanas de dos años. Esta medición indica el progreso tecnológico durante el periodo observado. Se han considerado variables inputs convencionales de la agricultura: consumo de fertilizantes, fuerza de trabajo agrícola, reserva de capital (capital para cultivo y ganadería), piensos y tierra agrícola. En cuanto a las variables output, se han incluido una deseable: valor bruto de la producción agrícola, y otra indeseable: las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la agricultura (CO2eq). Además, el análisis DEA de esta investigación utiliza el rango de medida ajustada (RAM) para incorporar fácilmente el output deseable y el output indeseable en un tratamiento unificado. En primer lugar, este estudio empírico encontró que en 2012 el promedio de la eficiencia operacional (0,9853) y la eficiencia medioambiental (0,9846) fueron relativamente altos cuando se midieron por separado. Sin embargo, la eficiencia unificada (operacional y medioambiental) (0,9789) aún está por debajo de la eficiencia operacional y la eficiencia medioambiental. De esta manera, seis países alcanzaron el máximo nivel de eficiencia operacional, eficiencia medioambiental y eficiencia unificada (operacional y medioambiental). Además, tres países lograron el nivel más alto de eficiencia unificada (operacional y medioambiental), si bien muestran un cierto nivel de ineficiencia en los otros dos tipos de eficiencia analizados. Por el contrario, nueve países no consiguieron alcanzar el valor máximo de eficiencia unificada (operacional y medioambiental). En segundo lugar, en ALC durante 2012 la eficiencia natural (0,9408) es comparativamente más alta que la eficiencia managerial (0,8137) y que la eficiencia unificada (natural y managerial) (0,6877). En términos generales, los países de ALC han adoptado de manera negativa la regulación para la protección del medioambiente. De tal manera que, 18 países alcanzaron la máxima eficiencia natural. Mientras que, sólo doce obtuvieron la máxima eficiencia managerial. Siendo exclusivamente cinco los que han logrado el máximo nivel de eficiencia unificada (natural y managerial). En tercer lugar, entre 2000 y 2012 los resultados, en promedio, confirman que en ALC la eficiencia natural (0,9586) se ubica siempre por arriba de la eficiencia bajo managerial (0,7910). En este caso, diecisiete países lograron la máxima eficiencia natural, mientras que cuatro países obtuvieron la máxima eficiencia managerial. Esto quiere decir entre 2000 y 2012 los países de ALC se preocuparon en primer lugar por alcanzar sus objetivos de objetivos de producción (medido por valor de la producción agrícola), y en segundo lugar por el uso de las innovaciones tecnológica para reducir las emisiones de GEI de la agricultura (CO2eq). Además, el índice de Malmquist de la frontera bajo eficiencia natural (1,0931) se encuentra siempre por encima del índice de Malmquist de la frontera de eficiencia managerial (1,0222) durante el periodo evaluado. No obstante, los resultados reflejan que ambos índices de Malmquist son mayores que la unidad (1,0). Es decir, existe un desplazamiento de la frontera de eficiencia debido al progreso tecnológico en el sector agrícola de ALC. Finalmente, es interesante observar que nueve países (Argentina, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Jamaica y México) alcanzaron máximos niveles de eficiencia en los tres análisis realizados. Entonces, se puede concluir que estos países se están centrando en lograr mejor desempeño medioambiental para la recuperación de la economía a través de mejores prácticas agrícolas. Por lo tanto, estos países se deben utilizar como punto de referencia para aquellos países que presentan bajo rendimiento en la actividad agrícola, de tal manera que puedan adoptar aquellas prácticas que puedan contribuir a mejorar sus niveles de eficiencia.