La técnica vocal en el flamencofisionomía y tipologías

  1. Márquez Limón, Rocío
Dirigida por:
  1. Francisco Javier Escobar Borrego Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 19 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Luis García Montero Presidente/a
  2. Rafael Cáceres-Feria Secretario
  3. Corinne Frayssinet Savy Vocal
  4. Cristina Cruces Roldán Vocal
  5. Joaquín Mora Roche Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 551535 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Observando los cantaores más destacados de la historia del flamenco llama la atención que poseen sonidos diferentes. La velocidad y precisión de Pastora frente a la fuerza y el volumen de La Paquera. El desgarro de Camarón y el sonido redondo de Naranjito. Marcheneros y Mairenistas luciendo sus estandartes. Cada una de las maneras posibles de ejecutar el cante responde a la utilización de distintos recursos vocales. Existe un punto común: una correcta respiración y la consecuente activación de la faja abdominal.Ambas posibilitan un buen funcionamiento del aparato vocal, pero hasta que el aire no pasa por las cuerdas vocales y resuena en la cabeza no acaba de definirse el color del sonido. Si atendemos a la resonancia que facilitan los senos (huecos cráneo-faciales) encontramos cuatro resonadores: frontal, maxilar-nasal, etmoidal y esfenoidal. Varios de ellos pueden coexistir a la vez durante la interpretación de un mismo cante, dando lugar a lo que se define como técnica mixta en otros géneros artísticos como la música clásica. El objeto de este estudio pretende trascender la importancia del autocuidado y de la higiene vocal, poniendo el foco de atención en el abanico de posibilidades que el cuerpo humano como instrumento posee, poniendo conciencia sobre todo ello. De este modo se pueden ampliar los horizontes de este arte, partiendo de una mayor libertad a la hora de afrontar los procesos creativos. Aunque todas las personas pueden ejercitar las distintas colocaciones, existen dos variablesque determinan con cuál deellas se sientemás cómodo el artista, tendiéndose a crear una identificación entre intérprete y forma de ejecución. Por un lado, los rasgos fisiológicos que posee (la anchura de la estructura ósea-en concreto la facial-, el diámetro del cuello, la forma del tabique nasal…) Por otro, el modelo de referencia que se ha escuchado a la hora de aprender un cante: en el flamenco los estilos se aprenden por imitación, y no sólo se “copia” la melodía y el compás, sino también la forma de hacer el cante. Este estudio se sustenta sobre tres pilares metodológicos: • El primero de ellos posee un enfoque cualitativo. Es un conjunto de entrevistas a cantaores y cantaoras profesionales que consiguen transmitir las sensaciones y emociones que experimentan con respecto a la técnica vocal. Estas conversaciones se han procesado a través del programa Atlas.ti, el cual analiza sistemáticamente los fenómenos complejos no estructurados que extrae de las transcripciones. • El segundo pilar se basa en un estudio científico a través de resonancias cinemáticas, que concretan las diferencias fisiológicas durante los distintos usos de la voz. Para esta parte del trabajo se contó con la colaboración del Grupo Médico Eresa de Valencia. • Por último, se ha realizado un análisis del sonido en las distintas colocaciones de la voz, respetando la misma frase melódica y el mismo tono. Las herramientas utilizadas para ello han sido los programas desarrollados por el Dr. Joaquín Mora. Esta investigación trata de evidenciar que el intérprete es un sujeto activo en la evolución de su técnica vocal; alcanzando un mayor nivel de consciencia llegará a desarrollar todas sus potencialidades como cantaor. Para orientar este proceso se propone una guía de ejercicios prácticos. En el flamenco, como en cualquier arte, lo técnico y lo emocional comparten espacios comunes y resulta muy complicado desvincularlos. Es por ello que finalizamos esta investigación analizando las cinco emociones básicas en este entorno y proponiendo la convivencia entre estos dos conceptos que no sólo son compatibles, sino interdependientes.