Aproximación a la percepción de las consonantes inglesas por aprendices de L2beneficios del entrenamiento auditivo intensivo
- Redondo Vigil, Beatriz
- María Teresa López Soto Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016
- Joaquim Llisterri Boix Presidente/a
- Mariano Reyes-Tejedor Secretario
- Isabel de los Reyes Rodríguez Ortiz Vocal
- Manuel Rubén Chacón Beltrán Vocal
- Juan María Garrido Almiñana Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción En los últimos años se ha ido afianzando la idea de que la lengua hablada se codifica en la mente del hablante a partir de prototipos previamente almacenados. La noción de prototipo se aplica en todo el campo de la ciencia cognitiva para explicar el procesamiento de información a partir de estímulos externos: los sentidos reciben los datos del exterior, pasan a través del sistema nervioso al cerebro, que va almacenándolos para crear patrones de identificación que se utilizarán posteriormente para la identificación de realidades similares. Junto a la idea de prototipo, los especialistas del campo trabajan con modelos inspirados en la teoría de cascada, que dentro de la ciencia cognitiva determina que la activación de uno de esos prototipos dispara al mismo tiempo la asociación de prototipos similares. En el campo del lenguaje, este concepto asociacionista se relaciona con la activación de redes de palabras que se activan a la vez que se percibe una unidad lingüística. Como ejemplo, la psicología cognitiva a partir del modelo de ¿cascada¿ afirma que el almacenamiento de unidades lingüísticas se procesa en términos de frecuencia de manera que para cada unidad que se recibe, otras tantas se activan en forma de expectativas: si el oyente escucha la sílaba ¿ca¿ en castellano, inmediatamente otras sílabas que con frecuencia han sido percibidas en secuencia, se activarán, como ¿ma¿ en ¿cama¿, ¿sa¿ en ¿casa¿, etc. pues tanto ¿cama¿ como ¿casa¿ se reconocen por su alta frecuencia en la lengua. ¿Cómo relacionamos estos conceptos de ¿prototipo¿ y ¿activación asociativa¿ a nivel cognitivo con el aprendizaje de segundas lenguas? Esta tesis se fundamenta en estas hipótesis científicas para presentar el diseño de un estudio experimental que busca comparar la adquisición de sonidos de una segunda lengua (L2) cuando se hace en distintos contextos, a saber, diferencia de ruido de fondo, diferencia del contexto lingüístico de presentación de las unidades (sílabas vs. oración). El método de experimentación se nutre del entrenamiento perceptivo intensivo, que consiste en la presentación continuada, al azar, pero programada, de unidades lingüísticas en diferentes sesiones. La tesis ha sido posible gracias a la observación de diferentes grupos de aprendices, participantes voluntarios en el experimento, que siguieron una serie de sesiones de entrenamiento con estímulos (sílabas y palabras inglesas) presentados de manera diferente. Los grupos experimentales siguieron un entrenamiento en el que los estímulos se presentaban con un alto nivel de ruido de fondo, o bien, los mismos aparecían Materiales y métodos Por un lado, se diseñó un test general de identificación de consonantes inglesas el cual va a ser el primer experimento. En este experimento van a participar voluntarios con diferentes L1 que realizaron tareas de identificación de consonantes inglesas en sílabas (posición inicial y final). Las sílabas se grabaron como estímulos naturales para todas las combinaciones consonánticas posibles en la lengua. Por otro lado, se diseñó un test de entrenamiento auditivo intensivo que midió los efectos del contexto adverso (ruido de fondo) y de la combinación de estímulos (sílabas vs. oraciones). En este segundo experimento, participantes voluntarios nativos de español realizaron diferentes sesiones de entrenamiento auditivo intensivo divididos en 3 grupos. Por tanto, el grupo de control, grupo experimental 1 realizó un entrenamiento con sílabas y ruido de fondo elevado, mientras que el grupo experimental 2 llevó a cabo un entrenamiento con oraciones y sin ruido de fondo elevado. Las sílabas utilizadas en el primer experimento sufrieron modificaciones de enmascaramiento por ruido de fondo. A la vez, se creó un nuevo test de identificación de palabras en oraciones. Este experimento consistió en dos test de identificación: posición inicial y final con diferentes niveles de enmascaramiento (40 dB, 15 dB y 5 dB). El test de identificación en posición inicial consistirán en la presentación de un total de 180 estímulos en posición inicial de sílaba. La tarea de identificación de los sonidos en posición inicial estaba compuesta por 22 consonantes (12 consonantes sonoras y 9 consonantes sordas) combinadas con otras consonantes y distintas vocales, 9 grupos consonánticos encabezados por el sonido /s/ (s-clusters) y 4 vocales. Por otro lado, el test de identificación en posición final consistió en la presentación de un total de 180 estímulos en posición final de sílaba. La tarea de identificación de los sonidos en posición final estaba compuesta por 16 consonantes (8 consonantes sordas, 6 consonantes sonoras, -R y ¿L) que a su vez se combinaban con diferentes vocales, 9 grupos consonánticos nasales (nasal clusters) y 5 vocales. En el segundo experimento, se usaron las mismas sílabas grabadas para el Experimento I. Al igual que en el Experimento I, en este segundo experimento todos las muestras se enmascararon con diferentes niveles de SNR o enmascaramiento. En este caso serán -5 dB, 5 dB y 15 dB. Para realizar este segundo estudio, se diseñaron dos tests diferentes de identificación. Por una lado, se realizó un test de identificación de sílabas en posición inicial y final de sílaba y un test de identificación de oraciones. Hay dos razones principales para diseñar estos dos tipos de tests. Por un lado, los tests de identificación silábica se usaron como pre-test y post-test y, además, como entrenamiento. Por otro lado, el test de identificación oracional se usará exclusivamente como entrenamiento. Este segundo experimento constó de cinco tests: (1) el test de identificación de sílabas en posición inicial 1 que consistirá en la presentación de 92 estímulos en posición inicial; (2) el test de identificación de sílabas en posición inicial 2que consistirá en la presentación de 180 estímulos en posición inicial; (3) el test de identificación de sílabas en posición final 1 que consistirá en la presentación de un total de 90 estímulos en posición final; (4) el test de identificación de sílabas en posición final 2 que consistía en la presentación de un total de 180 estímulos en posición final; y (5) el test de identificación oracional que consistirá en la presentación de 45 oraciones enmascaradas a 15 SNR. Resultados Los resultaron se analizaron en torno a cuatro aspectos: incidencia del nivel de SNR en la muestra, incidencia de la posición silábica en la muestra; incidencia de los rasgos articulatorios en la muestra; incidencia del entrenamiento auditivo intensivo en relación a los rasgos articulatorios en la muestra; la posición en la sílaba y el ruido de fondo. Los datos obtenidos respecto a la incidencia del SNR en la muestra descubrimos que, a diferencia de lo esperado, en algunas consonantes como las palatales en CV (posición inicial), aproximantes en CV, líquidas en CV, nasales en CV, aspiradas en CV y aspiradas en VC (posición final) obtuvieron peores resultados en 40dB SNR que en 15dB SNR, lo cual nos lleva a afirmar que en condiciones óptimas de ruido, los oyentes no hacen realmente el proceso que harían en una situación normal porque las personas normo-oyentes estamos acostumbradas a escuchar en condiciones de ruido. Esto nos lleva a afirmar que el SNR tiene que estar presente en los estudios relacionados con la percepción de estímulos para que los resultados sean más consistentes. Este nivel de ruido de fondo parece acertado afirmar sería el de 15dB. Con este nivel, la experimentación en percepción de consonantes extranjeras se vería doblemente beneficiada. Por una parte, evitaríamos reproducir una situación de laboratorio en condiciones alejadas de la situación comunicativa normal y, por otra parte, mantendríamos la atención del participante en la tarea obligándole a reflejar sus auténticas capacidades perceptivas. Al llevar a cabo el experimento II, demostramos que el efecto del entrenamiento auditivo intensivo no favorece la adquisición de las categorías cuando el contexto es adverso (entrenamiento intensivo con sílabas a -5dB SNR). De hecho, ningún grupo experimental (Experimento II) se benefició claramente del entrenamiento auditivo intensivo con ruido. Lo que sí se observó es que la confusión de consonantes debida a su posición en la sílaba se redujo. Esto nos lleva a afirmar que la existencia de ruido empeora claramente la capacidad para adquirir y categorizar nuevos sonidos e incluso un entrenamiento intensivo no es realmente significativo con condiciones adversas de ruido. Inicialmente pensábamos que la posición silábica podría afectar a la percepción de la muestra, es decir dependiendo de si el sonido estaba en CV o VC, éste podría percibirse mejor o peor. Sin embargo, nuestro análisis de datos apunta que el efecto de la posición no es estadísticamente significativo ya que sólo ha tenido impacto en las consonantes labiodentales y no aspiradas en las que la percepción se ha visto perjudicada por la posición silábica de los estímulos. Por otro lado, hemos encontrado que el efecto de la interacción entre SNR y posición silábica es significativo en las consonantes oclusivas, bilabiales, velares, sonoras, bajas, altas, no aspiradas, líquidas y nasales en posición final. Además, el SNR también afecta la percepción de las consonantes nasales, altas y líquidas en posición final. Como vemos el SNR afecta más a la posición final que a la inicial. Asimismo, respecto a las consonantes altas las cuales se ven afectadas por el SNR en posición inicial y final, la significación es más alta en posición final (.000 < .005) que en posición inicial (.027 < .005). Para entender estos datos tendríamos que asumir que el ruido de fondo funciona como factor determinante para forzar la adquisición de las categorías, pues añade un elemento adverso. Tras analizar los resultados relativos a la incidencia de los rasgos articulatorios en la muestra encontramos que respecto al modo de articulación ycentrándonos en 15dB SNR, que como ya hemos dicho, es nuestro nivel de referencia ya que muestra los resultados más estables, apreciamos que las consonantes cuya percepción está más afectada y por lo tanto se ha producido una peor identificación son las fricativas y africadas en posición inicial y final. Este es el caso para el Experimento I, donde los participantes tenían diferentes L1, y para el Experimento II, con participantes españoles únicamente. En relación al lugar de articulación, en nuestro caso son las consonantes (labio-)dentales las que presentan valores más bajos en los resultados. Atendiendo a la sonoridad, demostramos que ésta no produce ningún problema de identificación, por lo que afirmamos rotundamente que la sonoridad no es una característica universal de los sonidos tal y como podríamos pensar ya que no produce ningún efecto negativo en la identificación. Respecto a la aspiración en relación a aquellas consonantes presentes en nuestros tests vemos que en el entrenamiento intensivo >=15dB SNR, no se observan errores de identificación de las consonantes aspiradas. Los errores sólo aparecen en el caso de ruido adverso (5dB SNR). No parece definitorio afirmar que la aspiración pueda considerarse como un rasgo cuantificable a la hora de determinar la dificultad en la adquisición de categorías fonológicas de las consonantes inglesas. En relación al análisis del entrenamiento auditivo intensivo en relación a los rasgos articulatorios en la muestra, la posición en la sílaba y el ruido de fondo. Los resultados del entrenamiento realizado durante el Experimento II demuestran un cierto beneficio del entrenamiento para ciertos casos, como en el entrenamiento de las consonantes fricativas a -5dB SNR, tanto en el grupo de control como en el grupo Experimental I (entrenamiento con sílabas). Además, también observamos una mejora en los resultados tras el entrenamiento en la posición inicial silábica (exceptuando las consonantes fricativas y africadas del grupo Experimental II). Por otro lado, al comparar los resultados obtenidos en la percepción de los estímulos en oraciones observamos que estos también obtienen una ligera mejora tras el entrenamiento sobre los obtenidos en los estímulos silábicos. Por tanto, podemos decir que un entrenamiento auditivo intensivo, produce, en líneas generales mejoras en la percepción de sonidos de una L2. Conclusión Los resultados del entrenamiento realizado durante el Experimento I y el Experimento II demuestran que el entrenamiento auditivo intensivo es necesario, no sólo en la mejora de la percepción de sonidos de una L2, sino que también es necesario en pacientes con problemas auditivos, ya sean implantados cocleares o que tengan pérdidas de audición moderadas. Por tanto, el entrenamiento debe incluirse en cualquier estudio de índole acústica en la que se mida la percepción o identificación de sonidos o palabras. También encontramos que la percepción e identificación de sonidos no se ve afectada por la posición de los mismos en diferentes contextos silábicos (posición inicial o final). Finalmente, afirmamos rotundamente que la presencia de SNR es también necesaria en cualquier estudio acústico sobre percepción de sonidos ya que, como hemos visto, los resultados obtenidos están menos sesgados y se acercan más a la realidad cuando el SNR está presente en la señal. Esto es así porque los seres humanos vivimos rodeados de ruidos que afectan continuamente a la percepción de sonidos.