La importancia de las identidades sociales en la sostenibilidad urbana a través de un estudio de caso

Resumen

La economía ecológica se ha proclamado, desde sus inicios, como un nuevo sistema de conocimiento cuya principal virtud consiste en poner de manifiesto la interrelación entre la actividad “económica” y el entramado ecológico de la cual forma parte. Su discurso ha consistido, entre otras cuestiones, en una denuncia de la escasa o nula consideración que para la economía convencional y las actividades humanas poseen los ecosistemas, la constante agresión sufrida por éstos y las nefastas consecuencias que, a escala planetaria, estas prácticas conllevan desde el punto de vista de su sostenibilidad. No obstante, y a pesar de su propósito transdisciplinar, la economía ecológica ha entendido el concepto de sostenibilidad desde una perspectiva que llamaremos “de los grandes números”. Así, por ejemplo, en el ámbito urbano se estudian, fundamentalmente, los impactos de las ciudades en sus entornos y la gestión urbana en relación con aspectos físico-bióticos, olvidando un aspecto tan vital como este último, y, además, específicamente humano: la cuestión ambiental-identitaria de los colectivos urbanos en el desarrollo de sus vidas cotidianas. Para ello, un trabajo de campo realizado en un conjunto de barrios de la ciudad de Sevilla tiene como principal objetivo mostrar cómo la búsqueda de esa sostenibilidad es sólo un aspecto más de una estrategia glocal que fomente una transformación en las relaciones de los colectivos humanos con sus entornos cotidianos. Esta perspectiva completará aquella más “tradicional” de la economía ecológica, poniendo de relieve que sólo podremos reducir nuestro impacto urbano si sentimos aquello que queremos modificar como una parte fundamental de nuestra identidad y nuestra afectividad, en suma, si lo sentimos como propio.