Estudio del poblamiento celtibéricoArévaco, Los Castillejos de Pelegrina, Sigüenza. De los orígenes a la romanización

  1. Talavera Costa, Julián
Dirigida por:
  1. María Paz García-Gelabert Pérez Director/a

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 02 de abril de 2004

Tribunal:
  1. Martín Almagro Gorbea Presidente/a
  2. Juan Manuel Abascal Palazón Secretario/a
  3. Francisco Beltrán Lloris Vocal
  4. Francisco Javier Fernández Nieto Vocal
  5. Guadalupe López Monteagudo Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 89462 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

Presentamos la historia del poblado arévaco de Los Castillejos de Pelegrina situado en al sur de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara. Se trata de un yacimiento protohistórico hasta este instante prácticamente inédito. El primer capítulo está destinado a plasmar la metodología empleada para dicho estudio, mientras que el segundo queda reservado a la historiografía que sobre el origen de esta etnia concreta, la arévaca, ha habido. Desde las fuentes clásicas, hasta los últimos estudios. Su amplía perduración temporal, desde el siglo VII al II a.C., permiten apreciar los cambios en el modelo de vida, y que afectan a diversos aspectos, desde el modo de producción de la vajilla cerámica, pasando por la aparición de los primeros enseres realizados en hierro, e incluso los cambios que a nivel urbanístico afecta al recinto. Este enclave no debe entenderse como un centro aislado, sino que mantiene toda una serie de contactos con los distintos castros de la zona. Así se intenta demostrar las posibles comunicaciones visuales y físicas que los poblados segontinos mantendrían ya desde fechas tempranas. Este entramado de relaciones no es algo estático, sino que su permuta durante el transcurrir del tiempo es un síntoma evidente del dinamismo del poblamiento, y por consiguiente de las poblaciones arévacas de la provincia de Guadalajara. Estas mutaciones mencionadas no son traumáticas, sino que se producen de forma lenta, pero progresiva, de modo que no podemos establecer un proceso de ruptura. Aspecto éste que se hace manifiesto durante la totalidad de las facies por las que el poblado atraviesa, desde el Protoceltibérico, hasta la romanización. El poblado aparece en algún momento que no debe ser datado alrededor del siglo VII a.C., cronología documenta principalmente a partir de ciertos elementos cerámicos, que como las pintadas postcocción aparecen de forma considerable en este instante, y que nos están indicando de forma clara la presencia de contactos con otras zonas como las regiones meridionales. Urbanísticamente hablando esta ocupación queda representada por medio de una vivienda de estructura cuadrangular. Escasamente separada en el tiempo aparece separada la segunda ocupación, momento para el que contamos con la datación radiocarbónica del 490, y otros elementos que nos permiten asociar los resultados ceramológicos con datos procedentes de otros poblados de las comarcas vecinas. En este preciso momento aparecen las primeras importaciones de formas torneadas. A diferencia del momento anterior el poblado está amurallado, lo que debe ser interpretado como un claro síntoma de la durabilidad poblacional. La facies Castillejos III está documentada por la existencia de una muralla de aparejo ciclópeo donde el carácter de madurez aparece perfectamente atestiguado. Los cambios en este periodo son evidentes: un aumento poblacional atestiguado por medio de la ampliación del recinto murado, cambios en las pautas económicas, y permutaciones en los modelos cerámicos de producción local. Ahora, éstos son interpretados como una evidente producción local, pero sin que ello signifique un modo de ruptura con respecto a los tipos procedentes de los momentos anteriores. El siglo II a.C., marcan el final del poblado. La precisión cronológica de esta facies cultural aparece atestiguada por medio de formas cerámicas halladas sobre rampa de acceso al poblado. El último capítulo de la tesis es un intento de contextualización sobre el porqué del final del modelo de vida de los poblados castros, y la absorción de las poblaciones hasta este instante allí alojadas, hacia otros nuevos centros de tipos oppidum. ______________________________________________________________________________________________________