Cien años de promoción de la Seguridad Social. El papel de la OIT en la creación, expansión, perfeccionamiento y adaptación de los sistemas de protección social

Resumen

Desde sus inicios, en 1919, y debido a los compromisos asumidos en los textos fundacionales, la OIT ha dedicado una parte notable de su actividad a la protección social. Fruto de esa dedicación han sido una treintena de Convenios y un número semejante de Recomendaciones. De estos textos pueden destacarse un total de ocho que pueden considerarse como los que configuran el cuadro normativo básico de la OIT en materia de Seguridad Social, esencialmente en el ámbito de las prestaciones contributivas, entre ellos el Convenio 102 (1952) o norma mínima, completado por otros siete Convenios monográficos y de desarrollo dedicados a concretas prestaciones (por riesgos profesionales, por enfermedad temporal, de invalidez, vejez y supervivencia, de desempleo y de maternidad) así como los centrados, en relación con los trabajadores migrantes, en la garantía de la igualdad de trato y en la conservación de los derechos. Tras el período normativo de la OIT, que ha abarcado casi ochenta años, se puede apreciar, debido a la enorme transformación de las circunstancias económicas y sociales que ha afectado al trabajo y a las necesidades sociales, un cambio en los objetivos y prioridades así como en los instrumentos de intervención, destacando entre los primeros el de erradicación de la pobreza a través del establecimiento del derecho a la seguridad de un ingreso básico así como, entre los segundos, la adopción de acuerdos o la fijación de posiciones mediante fórmulas no vinculantes jurídicamente pero de una enorme incidencia en la fijación de fines y en la orientación, mediante el diálogo y el consenso, de líneas de desarrollo a seguir por los sistemas nacionales de protección social.