“Lo mejor es no empezar a fumar”. Campaña preventiva del hábito tabáquico en alumnos de 1º de la ESO desde la farmacia comunitaria

  1. José Palo Serrano
  2. Ana Cárdeno Galván
  3. María José Ruiz Durán
  4. Sara Llorente Cancho
Revista:
Farmacéuticos comunitarios

ISSN: 1885-8619

Año de publicación: 2019

Volumen: 11

Número: 2

Páginas: 22-29

Tipo: Artículo

DOI: 10.5672/FC.2173-9218.(2019/VOL11).002.04 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openAcceso abierto editor

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Resumen

Introducción: el tabaco es un enorme problema de salud pública. Los preadolescentes son población diana ideal para las campañas antitabaco. Objetivos: analizar prevalencia, actitudes y creencias de alumnos de 1º de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) sobre el hábito tabáquico. Sensibilizar a la población preadolescente contra el hábito tabáquico. Presentar al farmacéutico comunitario a los centros educativos como profesional sanitario implicado en la prevención tabáquica. Material y métodos: estudio descriptivo observacional durante 4 meses de la campaña Lo mejor es no empezar a fumar (www.lomejoresnoempezarafumar.com), en la que participaron 1.298 alumnos, de 20 localidades extremeñas. Los datos fueron recogidos en las aulas, con encuesta online, anónima, estandarizada y autoadministrada, creada con Google Drive. Resultados: muestra con el 51,3 % chicos y 48,7 % chicas. El 10,2 % de ellos de zonas rurales. Un 96,2 % considera que fumar es perjudicial para la salud. Un 86,7 % es consciente de que es una droga. El 12,5 % lo ha probado y un 3,4 % admite fumar. El 64,3 % cree que el cigarro electrónico es mejor que el cigarro tradicional. La razón que más motivaría, a los fumadores, a dejarlo es su salud (40,4 %). Si necesitaran ayuda para dejar de fumar, la mayoría se dirigiría a un psicólogo (38,5 %) y sólo un 5,1 % acudiría a un farmacéutico. Conclusiones: la muestra obtenida es de una generación asentada en principios básicos de salud y casi la totalidad considera perjudicial fumar. Sin embargo, 1 de cada 8 admite haber probado un cigarro. Por ello consideramos que la prevención podría ser útil y necesaria. Aunque se estima la edad media de inicio al consumo de tabaco a los 14 años, sería conveniente desarrollar campañas preventivas a edades más tempranas. A los farmacéuticos aún nos queda mucho trabajo por hacer para ser percibidos como profesionales sanitarios de primera línea en la lucha contra el tabaco.